Afirman especialistas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) México
Guadalupe Rosas Suárez
La Universidad tiene ante sí la oportunidad de desarrollar y aplicar políticas acordes con la Agenda 2030, que contribuyan desde lo local a luchar contra la desigualdad y la injusticia, a fin de erradicar la pobreza en las comunidades, pues “si no se logra disminuir la desigualdad, no puede existir el desarrollo sostenible”.
Lo anterior, coincidieron en señalar Alejandra Correa y Fiódor Rodríguez Mancebo, especialistas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) México, al dictar la conferencia magistral “El papel de la educación media superior y superior en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030”, en la Universidad Autónoma del Estado de México y que servirá de base para la conformación del Plan Rector de Desarrollo Institucional 2021-2031.
En ese tenor, indicaron la necesidad de trabajar desde la academia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente en: garantizar una educación de calidad inclusiva, equitativa, de calidad y pertinente; promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos; alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
Asimismo, reducir las desigualdades entre comunidades; tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
En su ponencia recordaron que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que consiste en un plan de acción a favor de cuya prioridad fundamental eses fortalecer la paz universal, el acceso a la justicia y la equidad. A nivel general plantea 17 objetivos de desarrollo sostenible, cuenta con 169 metas y 231 indicadores de carácter integral e indivisible que abarca la esfera económica, social, cultural, política y ambiental.
En esas metas e indicadores puede involucrarse la UAEM estableciendo políticas con sus estudiantes y docentes tanto del nivel medio superior y superior, como en sus estudios avanzados, de manera que se implementen estrategias y acciones de acuerdo con las necesidades, características, prioridades y oportunidades que tienen las localidades.
Para ello, también es necesario involucrar a los actores locales en el desarrollo de los procesos de diagnóstico, diseño, gestión y evaluación de las políticas, programas e intervenciones.
En ese tenor, enumeraron el rol que la educación superior tienen en la Agenda: establecer programas educativos incluyentes en género y población vulnerable. Fortalecer la vocación profesional, la vinculación escuela-trabajo y escuela-comunidad. Fortalecer la cooperación interinstitucional con empresas y universidades para promover la educación dual. Y establecer programas relacionados con el cambio climático, desarrollo sostenible y la investigación en materia de sostenibilidad.
Señalan la urgencia de trabajar desde la academia para garantizar una educación de calidad inclusiva, equitativa, de calidad y pertinente
Para contribuir con la agenda 2030 se requieren programas educativos incluyentes en género y población vulnerable.
También es necesario fortalecer la vocación profesional, la vinculación escuela-trabajo y escuela-comunidad.