IMPULSO/Agencia SUN
CIUDAD DE MÉXICO
Las calificadoras Fitch Ratings y Moody’s asestaron un doble golpe a la nota soberana y la perspectiva crediticia de México, ante la desconfianza de inversionistas en las políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la complicada situación financiera de Pemex y el amago arancelario de Donald Trump.
El movimiento drástico lo hizo Fitch Ratings al reducir desde “BBB+” a “BBB” la calificación sobre México y colocar la perspectiva de la nota del país en estable desde negativa.
Con el ajuste, el país está a dos peldaños de perder la categoría de grado de inversión y caer al especulativo.
En el reporte, Fitch Ratings argumentó que el ajuste se debe al mayor riesgo de las finanzas públicas de México por el deterioro del perfil crediticio de Pemex, la debilidad de la perspectiva macroeconómica, exacerbada por las amenazas externas de las tensiones comerciales.
“Los diferenciales de la deuda de Pemex sobre la deuda soberana aumentaron en el primer trimestre, lo que llevó al gobierno a aumentar el apoyo. El costo fiscal de ese respaldo hasta ahora representa 0.2% del PIB al presupuesto en inyecciones de capital y menores impuestos efectivos, pero a juicio de Fitch, no son suficientes para proporcionar una solución a largo plazo o prevenir el deterioro continuo del perfil crediticio de Pemex”, explicó la calificadora.
Enfatizó que el crecimiento económico del país mantiene un bajo desempeño y los riesgos a la baja son magnificados por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles en México a partir del 10 de junio para detener el flujo de migrantes.
“El crecimiento de México sigue a la zaga de la economía de Estados Unidos, a la que está estrechamente vinculada. Fitch espera que el crecimiento se acelere a partir del segundo trimestre, pero a pesar de esto alcanzará sólo 1% en 2019; esto sería consistente con un patrón de expansión más lento en el primer año de una nueva administración”, dijo.
A nada de perder la A. Moody’s hizo el primer movimiento sobre México al reducir a negativa desde estable la perspectiva de su nota crediticia y externó sus dudas sobre las políticas del gobierno en sus primeros seis meses, además de la incertidumbre entre inversionistas, principalmente en materia energética.
Moody’s continúa con la calificación soberana más alta en “A3”, aunque el anuncio eleva las posibilidades de una reducción en breve.
“Primero, políticas que ahora son menos predecibles afectan negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Pemex, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno de una política fiscal prudente en el corto”, explicó.
Moody’s dijo que la predictibilidad y efectividad de las políticas económicas en México se ha debilitado.
“Mensajes encontrados, anuncios de políticas inesperadas y su posterior reversión, como fue el caso reciente de falta de claridad sobre el uso del fondo de estabilización de los ingresos petroleros, son situaciones que introducen incertidumbre y disminuyen la posibilidad de predecir las políticas, circunstancia que afecta el sentir de los inversionistas y las perspectivas de crecimiento”, dijo.
“Falta de coherencia en el marco de política económica ha menoscabado la confianza de los inversionistas, generando un impacto negativo en las perspectivas económicas de México”, enfatizó.
Moody’s prevé para la economía mexicana que el crecimiento baje a 1.5% en 2019, tras 2% de 2018.
Inquietud en mercados. El peso se desplomó ayer porque degradaron la calificación de México.
Cifras de Reuters indican que el dólar cotizaba en 19.57 pesos a las 16:40 horas del miércoles, pero tras el anuncio de Fitch repuntó a 19.82 pesos a las 17:30 horas, para ubicarse en 19.75 a las 20:00 horas.
El dólar se terminó vendiendo en 20.05 pesos en CitiBanamex, 20 centavos más en relación a las 19.85 unidades del cierre del martes.