Todas esas obras son parte del mercado que oferta la feria de Arte Zona Maco, que ayer abrió al público y que en su primer día fue visitada por miles de personas
Agencia SUN/CDMX
“El mercado del arte lo maneja el diablo. Quien te diga que lo conoce, dice una mentira”, afirma la galerista Mariana Pérez Amor, una de las directoras de la Galería de Arte Mexicano, que lleva arte moderno y contemporáneo a Zona Maco.
Y prueba de sus palabras son los contrastes en la feria: una pintura de Damien Hirst que cuesta 400 mil dólares; y, en la misma moneda, una acuarela de Fernando Botero, de 1949, a 75 mil; una obra de Duncan Zhivago que cuesta 200 mil y pesa una tonelada; un inflable con la figura de un cactus, de Adam Parker, que cuesta 26 mil. Y un collar o un dibujo en la “Plaza de la informalidad”, cada uno a 500 pesos.
Todas esas obras son parte del mercado que oferta la feria de Arte Zona Maco, que ayer abrió al público y que en su primer día fue visitada por miles de personas, en el Centro Citibanamex, muchas de las cuales pagaron un boleto que cuesta $275. En esta oportunidad, la feria integra Zona Maco Arte Contemporáneo, Diseño, Foro y Salón (antigüedades y decoración).
La feria tiene una nueva propuesta de recorrido, donde, como explicó Tania Ragasol, directora artística, el despacho Tom Postma Design planteó la integración de las distintas áreas, y espacios para una pausa y descanso. Sin embargo, la ruta no fue del todo clara para muchos de los visitantes.
En el área general se pueden ver desde las obras de la galería Lisson de Londres, que regresó a Zona Maco, y que expone trabajos de Ai Weiwei, Marina Abramovic, Anish Kapoor, Pedro Reyes y otros. En Proyectos Monclova, por ejemplo, resaltan las piezas de Théo Mercier y el joven artista Néstor Jiménez; en el centro del espacio de Kurimanzutto sobresale una gran obra de Allora y Calzadilla hecha en lava; mientras que en Labor se pueden ver las pinturas grandes y negras de Beatriz Zamora, artista que ahora es representada por esta galería.
La “Plaza de la informalidad”, con reminiscencias a un tianguis o un mercado, es uno de los espacios novedosos en Zona Maco que el pasado miércoles abrió al público.
En ese espacio, la galería Ladrón vende una pieza fuera de lo usual: Se vende Zona Maco, una obra que está en una pequeña caja de vidrio y que contiene una USB con toda la historia de Zona Maco. Marco Rountree, impulsor de esta “Plaza de la informalidad”, describió que es un espacio de 10 por 5 metros, donde están pequeñas galerías y espacios independientes, como Rivera, Ladrón, Bikini Wax, Salón Silicón; Guadalajara 90210, Estudio Hospital, Los Guayabos; Parallel Oaxaca y dos de Toronto y NY.
: La feria tiene una nueva propuesta de recorrido, donde, como explicó Tania Ragasol, directora artística, el despacho Tom Postma Design planteó la integración de las distintas áreas, y espacios para una pausa y descanso.
: En el área general se pueden ver desde las obras de la galería Lisson de Londres, que regresó a Zona Maco, y que expone trabajos de Ai Weiwei, Marina Abramovic, Anish Kapoor, Pedro Reyes y otros.
