Cumplió el arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos, así como 48 años de sacerdote.
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
“Me siento feliz por haberlos amado y servido”, expresó monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, al celebrar el XXX Aniversario de Ordenación Episcopal y 48 años como sacerdote; en una misa solemne donde su presbiterio agradeció por su testimonio al confortar con palabras de aliento a los débiles y mantenerse firme, aunque le han “granizado” críticas porque ha levantado la voz para defender la vida, el matrimonio y la familia.
En la Catedral de Toluca, entre el cariño de sus feligreses y acompañado por seis obispos, el arzobispo Chavolla se mostró consiente de que podría ser su última celebración, pues en junio pasado cumplió 75 años y el Código de Derecho Canónico establece esa edad para que los obispos diocesanos presentensu renuncia, cuya respuesta dependerá de la Santa Sede.
Tal decisión, está dispuesto a cumplir, así como cuando inició: “Heme aquí para cumplir la voluntad de Dios”, enfatizó, al aprovechar la oportunidad para pedir perdón por sus limitaciones.
Destacó de los 30 años como obispo, 17 y medio los ha servido en Toluca con mucho gusto, pero recalcó que este ministerio no se podría entender sin los ojos de la fe y del amor; de ahí que compartió que los personajes bíblicos que han marcado su vida episcopal son el profeta Isaías, el apóstol Pedro y el discípulo Pablo.
Monseñor Chavolla, es el cuarto obispo de la Diócesis de Toluca, que surgió un 29 de septiembre 1950, con 63 parroquias y 80 sacerdotes.En la actualidad, cuenta con más de 2.2 millones de habitantes que se han distribuido en zonas pastorales.
Francisco Chavolla nació en Autlán de la Grana, Jalisco el 3 de junio de1946, fue nombrado Obispo por el Papa Juan Pablo II, para la iglesia diocesana de Matamoros y se le ordenó como tal el día 16 de julio de 1991.El 27 de diciembre del 2003, Juan Pablo II, le nombró pastor diocesano de Toluca y el 12 de febrero de 2004, tomó posesión como tal.
En esta misa, estuvo presente el obispo auxiliar de Toluca, Maximino Martínez Miranda; el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel; Juan Martínez García, obispo de Atlacomulco; Raúl González Gómez, obispo de Tenancingo; Víctor RenéRodríguez Gómez, obispo de Chalco y la homilía fue predicada por Adolfo Miguel Castaño Fonseca, obispo de Azcapotzalco.
Ante sacerdotes, representantes de la vida consagrada y fieles cristianos laicos, Castaño Fonseca agradeció la vocación y servicio de monseñor Chavolla, porque supo responder al llamado de Cristo y se ha dedicado a la iglesia. Y aún cuando tenga que concluir su ministerio, no dudó en que recibirá una gran recompensa por su testimonio como pastor.
Le acompañaron el obispo auxiliar de Toluca, Maximino Martínez Miranda; el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel; Juan Martínez García, obispo de Atlacomulco;
También estuvieron Raúl González Gómez, obispo de Tenancingo; Víctor René Rodríguez Gómez, obispo de Chalco y la homilía fue predicada por Adolfo Miguel Castaño Fonseca, obispo de Azcapotzalco.
