Agosto 15, 2024
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Severa crisis enfrentan fabricantes y vendedores de banderas

Reclaman de las autoridades municipales la reducción de permisos para vender sus productos alusivos a las fiestas patrias.

Julio César Zúñiga Mares/Toluca

A cuatro días para celebrar el 211 Aniversario del Grito de la Independencia, confeccionistas y vendedores de banderas y demás artículos alusivos a las fiestas patrias, enfrentan la peor crisis económica de la historia tras dos años de sana distancia por la pandemia por Covid-19, el fallido regreso a clases presenciales y por haber sido “erradicados” del primer cuadro de la ciudad.

Al respecto, Norberto Lorenzo Odilón, uno de los nueve productores y comerciantes de Santa Ana Jilotzingo que obtuvieron el permiso de venta este año y que tiene su puesto en el Mercado Juárez, lamentó que las autoridades locales no sólo les prohibieron instalarse en los portales y calles del primer cuadro de la ciudad, sino que redujeron el número de permisos para poder ofrecer sus productos.

“En Santa Ana Jilotzingo somos aproximadamente 18 mil habitantes y el 80 por ciento de la población nos dedicamos a la confección y venta de banderas de tamaños que van desde el 0 al 14, así como rehiletes, moños, hule picado, entre otros, y yo en lo personal también elaboro almohadas, pero este año redujimos la producción hasta un 20 por ciento porque sobró mucho producto del año pasado”, añadió.

Lorenzo Odilón comentó que cuenta con un taller donde el proceso de una bandera empieza desde cortar la tela dependiendo la medida que llevara cada bandera, de ahí se hace el estampado del escudo y luego se unen a máquina los tres colores, y por último se coloca el soporte, en cuyo desarrollo da empleo a decenas de trabajadores entre hombres y mujeres; aunque admitió que este año fue tarea familiar, aún cuando está inscrrito en el programa federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”, para dar empleo a adolescentes.

Explicó que otro de los factores que hoy los tiene en condición de quiebra, es que no hay clases presenciales, con lo que también dejaron de venderse los trajes y vestidos para los alumnos que año con año participan en bailables alusivos a las fiestas patrias, y que además consumen tambores, rehiletes, chalinas, bazucas, flautas, espumas, caballos de palo, rifles de madera, sombreros, diademas, moños, corbatines, pulseras, aretes, collares entre otros.

“Antes daba hasta para darnos algunos lujos, pero este año no sale ni para los gastos diarios, pues entre gasolina y alimentos estamos gastando cerca de 700 pesos y tenemos ventas diarias de tan sólo 200 pesos si bien nos va; por eso sería bueno que gobiernos municipales y estatales, e incluso a los diputados locales y federales, que establezcan políticas que permitan nuestras ventas, porque se corre el riesgo de que en un futuro no haya como adornar el mes patrio”, concluyó.

De los 18 mil pobladores de Santa Ana Jilotzingo somos 80% se dedica a la confección y venta de banderas de tamaños que van desde el 0 al 14.