IMPULSO/ José Rubinstein
¿En verdad, de acuerdo a lo afirmado por López Obrador, las relaciones de su gobierno con el sector empresarial son inmejorables? En las diversas reuniones entre el Ejecutivo y los representantes de la cúpula empresarial ha predominado el optimismo, al igual que las promesas de inversión y colaboración conjunta para el crecimiento del país, habiendo incluso convenido en impulsar mil 600 distintos proyectos principalmente en infraestructura, llegando a conformar un Consejo Asesor, integrado por connotados empresarios, coordinados por el jefe de la Oficina de la Presidencia.
AMLO ha hecho énfasis en que existe un clima inmejorable para impulsar el crecimiento del país con la participación de los sectores público, privado y social.
Una cosa es prometer de dientes para afuera y otra muy distinta es palmar, a la hora de la verdad la cautela se impone. Ningún deshonor implicaría ser señalado como conservador, sin embargo, el sarcasmo presidencial al proferir dicho calificativo hacia sus adversarios, causa incomodidad y recelo, al grado de estropear potenciales inversiones . A julio de 2019 la Inversión Fija Bruta, representada por los gastos de maquinaria, equipo y construcción, cayó 9.1% con respecto al mismo mes del año anterior, su mayor caída en una década y sexta al hilo. El Inegi reportó que la inversión privada de 2019 sumó su tercer trimestre consecutivo a la baja, llegando a su nivel más bajo en 25 años. Añade la necesidad de implementar medidas económicas impulsoras de la inversión privada nacional. Ante el escenario de una menor inversión pública para 2020, tendrá que ser la inversión privada la que logre reactivar la actividad productiva en el país. Disminuir la inversión no es opción.
México habrá de estar alerta a una recesión y/o desaceleración ocasionada por las tensiones de Estados Unidos con sus principales socios. Últimos datos advierten que la economía de Estados Unidos se desacelera, previendo para 2020 un crecimiento menor al 2%, lejos del 4% anticipado por Trump. El secretario de Hacienda, Arturo Herrera informó que llevamos en el país 33 trimestres sin recesión, aunque con crecimiento muy mediocre —2% promedio anual—, por lo cual se ha decidido inyectar recursos a la economía para crear empleos, generar contratos, impulsar inversiones e incrementar el ahorro. Si 2% significa un crecimiento mediocre, ¿podemos ahora ufanarnos del cero crecimiento en 2019 y la poca probabilidad para 2020 de alcanzar el tan mediocre 2%?
Reconoce el secretario Herrera que la recaudación de impuestos en México, del 13% del PIB, es por demás baja, siendo el promedio en América Latina del 17%. De alcanzar siquiera un 16% se obtendrían aproximadamente 750 mil millones de pesos adicionales. Estamos siendo extremadamente cautelosos en lo referente a la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá —T-MEC—, lo cual podría ocurrir en las próximas semanas, situación que favorecería radicalmente las condiciones de nuestro país, a pesar del incierto entorno internacional.
El FMI y el BM manifiestan que los conflictos comerciales están causando una desaceleración sincronizada a nivel global, en detrimento económico de los países pobres. En el Índice Global de Competitividad 2019, México retrocedió al sitio 48 de 141 economías consideradas, presionado por la incertidumbre surgida por las políticas comerciales internacionales de Estados Unidos. En visión gubernamental México ocupó el sitio 114, en libertad de prensa 118, en tasa de homicidios 129, en confiabilidad de la política 139 y en crimen organizado un lamentable 140.
En la presente coyuntura, las inmejorables relaciones entre gobierno y sector empresarial pueden y deben ser mejorables.
