IMPULSO/Redacción/Toluca
Como parte de las actividades del Primer Festival del Libro Ilustrado convocado por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE) ofreció al público el conversatorio “El álbum ilustrado. Las técnicas y procesos”, así como la presentación del libro ilustrado Siete cuentos imagirantes, de Ninah Basich, obra ganadora del Primer Certamen Internacional de Literatura Infantil y Juvenil 2017 del Fondo Editorial Estado de México (FOEM).
Ricardo García Trejo, ilustrador del CEAPE, compartió con los asistentes al Museo Torres Bicentenario de Toluca las técnicas y los procesos utilizados en la producción editorial, particularmente los relacionados con los títulos ilustrados. Dijo que la literatura se expresa primordialmente con las palabras; sin embargo, la historia literaria se ve reforzada a través de las ilustraciones.
Respecto al libro Siete cuentos imagirantes, de Ninah Basich, García Trejo agregó que sólo a partir de una dosis de creatividad fue posible dar forma e ilustrar la cara de Terror, protagonista del cuento homónimo.
La realización de cada ilustración tomó aproximadamente un mes, pues durante este proceso los personajes cambian y adoptan un mejorado aspecto.
Los colores, de igual manera, no carecen de sentido; destacan los lilas, verdes y azules por la relación de las historias con la noche y el bosque.
Los escarabajos, que inundan las primeras páginas del libro, también se valen de una profunda connotación.
“Me parecían insectos muy nobles que cabían por cualquier hendidura y tenían acceso a cualquier cosa que ellos quisieran. Entonces pensé que estos escarabajos tendrían la función de trasladar los cuentos maravillosos que Ninah nos está compartiendo y ser capaces de llevar letra por letra estas palabras para llenar los mundos de fantasía”, confesó el ilustrador.
A su vez, Hugo Ortíz, subdirector de Producción Editorial del CEAPE, agregó que la obra se nombra imagirantes porque provoca el imaginario de los niños.
Ellos deben completar las historias, generar finales alternos, incluso entender la trama de manera diferente a como fueron concebidos en un principio.
Dijo que el proyecto editorial del FOEM abona para la conformación de un pensamiento crítico, particularmente de los niños y jóvenes lectores.
