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Ciudad de México

Regaño y ajuste de tuercas, el remedio de Miguel Herrera, técnico de América, para reponerse y derrotar a Pachuca. “Se habló fuerte en el vestidor”, atizó el estratega azulcrema tras la remontada 5-2, la cual, le permitió clasificar a los cuartos de final de la Copa MX.
Respecto al rival para los cuartos de final, con posibilidades de un clásico contra Guadalajara, el Piojo se mostró sin cuidado. “El que sea (de Chivas o Atlético de San Luis), la llave es acá de todos modos”.
De igual manera, el timonel explicó su planteamiento de la noche en el estadio Azteca, donde no requirió de Nicolás Castillo, Paul Aguilar y Andrés Ibarguen: “Nico Castillo venía jugando partidos de 90 minutos, además tenía que poner menores en la banca”.
Por otro lado, Martín Palermo, entrenador del Pachuca, reconoció la superioridad de los de Coapa. “Buen primer tiempo, pero el segundo prácticamente no salimos a la cancha”.