IMPULSO/ Eduardo Alonso
Toluca
Desvío y triangulación de recursos, directivos que se han eternizado en los cargos, incumplimiento de aportaciones al ISSEMyM, actuación política de los rectores a favor del partido oficial (PRI) y desorden económico y administrativo que tiene sumida a la Universidad estatal en una severa crisis, fue el diagnóstico presentado por investigadores, académicos, estudiantes y diputados que participaron en el “Foro por la transformación de la Universidad Autónoma del Estado de México”.
El evento se registró en el Congreso mexiquense, porque la Universidad no permite que este tipo de debates se verifiquen donde se necesita y requiere, es decir al interior de la misma UAEMex, precisó Fermín Carreño, uno de los principales críticos de la actuación de los funcionarios que están al frente de Rectoría.
“Le preguntamos a los rectores que nos dieran información veraz sobre la situación que atravesaba la Universidad. Los asuntos como la “estafa maestra” (trabajo periodístico que puso al descubierto desvío y triangulación de dinero), el desvió de recursos, los adeudos al ISSEMyM, al SAT; la negativa a abrir los concursos de oposición para obtener definitividad (plazas fijas de maestros), la falta de recursos para atender tareas sustantivas de la Universidad e, incluso, la compra ofensiva de automóviles de lujo”, nunca obtuvieron respuesta por parte de los directivos de la institución.
Meses y años después, esos temas fueron ventilados por medios de comunicación y por las auditoría del gobierno federal, “teníamos la razón” señores diputados, dijo Fermín Carreño a los asistentes.
Recordó que sus señalamientos fueron descalificados por los titulares de la UAEMex, diciendo que los docentes e investigadores que sostenían una postura crítica de la institución, estaban atendiendo una agenda política, y bajo ese argumento, nunca dieron respuesta, sostuvo Carreño.
Por lo anterior los protagonistas y organizadores del Foro se pronunciaron a favor de que, la reforma debe iniciar por el deslinde de responsabilidades; como por ejemplo, la desaparición de 2 mil millones de pesos que la Universidad descontó de cuotas a los trabajadores pero nunca entregó al ISSEMyM.