Noviembre 20, 2024
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Cuentos para Presidentes

IMPULSO/ Rodrigo Sandoval Almazán

El ultimo Verificentro

Los pasos ruidosos de los zapatos de Sánchez se escucharon al llegar a la sala de juntas. Abrió la puerta sudoroso y jadeante. Le miramos con desaprobación por su interrupción. Se limitó a guardar la compostura, arreglarse un poco el saco y se acercó a su jefe, Rivas, secretario del medio ambiente, para susurrarle al oído y tomo asiento a sus espaldas.

Rivas, empezó a hablar, serio y con voz potente: “Señores, hemos terminado ya la conversión de los miles de verificentros. Debo reportarles que en este momento se ha desmontado ya el último verificador y sus piezas están siendo retiradas para venderse, previa licitación, claro, así que, por fin, hemos terminado con la pesadilla de la verificación vehicular. El último rastro de la peor decisión para combatir la contaminación.

El resto de los presentes aplaudió entusiasmado, algunos hasta esbozaron una sonrisa cómplice de haber cerrado para siempre este negocio millonario que no aportaba nada a la ecología del país y que dejo mucho dinero a los bolsillos privados y políticos.

En cambio, comenzó diciendo Godínez, ahora tenemos más de cien edificios inteligentes, casi no consumen agua y utilizan energía eléctrica generada por las celdas solares de sus ventanales. Este ahorro ha permitido también reducir la emisión de contaminantes y cada vez somos más independientes de las energías no renovables cómo el gas y el petróleo.

Claro, dijo de nuevo Rivas, eso sin contar con los miles de techos verdes que hemos venido impulsando en los últimos meses; el programa ha sido todo un éxito, señor gobernador – dijo mientras miraba al anciano sentado en el centro de la mesa – estos techos permiten atraer el agua de lluvia, reducen el calentamiento de las ciudades y en algunos casos hasta nos han permitido tener pequeños huertos urbanos. A las casas y edificios que los han adoptado y que verificamos cada tres meses, les hemos otorgado un incentivo fiscal reduciendo su pago predial hasta un cinco por ciento, dependiendo el tamaño del área verde que estén cuidando. Los resultados han sido asombrosos, hemos bajado la temperatura de nuestras ciudades y poblaciones medio grado centígrado en lo que llevamos del programa.

¿Y qué me dicen de los autos y del transporte público? Tronó por fin la voz del gobernador.

Rivas miro de reojo al Sánchez, que estaba detrás y le pasó una tarjeta con los datos. “Respecto a ese tema, señor, tenemos buenas noticias, ya terminamos de cambiar todos los autobuses de gas y gasolina por autobuses eléctricos. Reducimos su número, por qué calculamos de nuevo las rutas, ampliamos la cobertura y el servicio en horarios más cómodos para los ciudadanos. Además instalamos varios centros de carga y muchos de los vehículos cuentan con celdas solares para que tengan mayor duración en los trayectos. Estamos en planes de aumentar líneas de metrobuses y de trenes ligeros también impulsados por la electricidad o energía solar, pero la inversión que requieren además de alterar las calles de la ciudad va a tomar más tiempo.

En cuanto a los autos eléctricos, le interrumpió Godínez, hemos logrado cambiar la mitad de los taxis a autos eléctricos, en especial los que vienen de compañías como Uber, Didi, Cabify; logramos un acuerdo con ellos para su reconversión y facilitamos su cambio a través de incentivos, como subsidios en la compra y renta de los vehículos además instalamos centros de carga eléctrica, cinco cada día, en toda la ciudad y algunas carreteras para que puedan recibir carga con cierto subsidio. El programa es un éxito, pero todavía tenemos muchos autos de sitio circulando con combustibles fósiles, esperamos que al cierre del año hayamos cambiado todos ellos.

Me alegro mucho, dijo el gobernador, que ya no se trate de plantar árboles para que se sequen a los pocos meses y no generen nada de oxígeno ni mejoren el cambio climático. Qué bueno que estamos usando tecnología de punta. Sé que han adquirido “molinos de viento” para generar electricidad ¿Es cierto?

Si señor, dijo Rivas, están por llegar dos ellos, cuya potencia permitirá abastecer tanto a los autobuses como a las nuevas estaciones de carga de taxis; mientras operan estamos recibiendo la electricidad tradicional.

Entiendo, dijo el gobernador, por fin podremos quitarnos estas mascaras de oxígeno y comenzar a respirar algo de aire puro. Cuánto lamento que no hicimos nada de esto y nos concentramos en cobrar multas por las verificaciones que no mejoran el ambiente.

No debemos olvidar, siguió diciendo, que el medio ambiente deber ser nuestra prioridad de ahora en adelante, sin ambiente no tenemos aire, agua y por lo tanto no tendremos ciudadanos ni mucho menos votantes. No sé a quién se le ocurrió esta tonta idea de hacer negocio con la ecología y vender y vender autos contaminantes sin reducir el daño ambiental que causaban.

Eran otros tiempos, señor, dijo Rivas, ahora tenemos rehabilitados cien parques y estamos construyendo más; las colonias y miles de ciudadanos se han hecho responsables de cuidar y regar estos árboles con agua reciclada que les hemos proporcionado. Los espacios de los verificentros se han convertido en centros de carga eléctrica, depósitos de agua para venta o bien se han alquilado como terrenos para centros de distribución y logística de autos y autobuses eléctricos.

Sí señor, cambiamos también, con mucho esfuerzo la forma de transportarnos en la ciudad, hemos reducido un cincuenta por ciento el uso de vehículos particulares, desde que se impuso el impuesto de tenencia al tres mil por ciento anual. Dejaron de comprar los vehículos y hacer uso de la renta y de otro tipo de transportes. En cambio, nosotros hemos ganado más impuestos por otro tipo de contribuciones, electricidad, subsidios a la basura, impuestos contra la contaminación industrial que podemos subsidiar otros servicios.

Vamos avanzando, jóvenes, el tomar de las decisiones correctas en el momento adecuado nos permitió darle la vuelta al gran reto de la contaminación; no nos volverá a pasar, no regresaremos a los verificentros jamás… sentenció el gobernador en turno.