Por Teodoro Rentería Arróyave
Para martes 8 de junio de 2021
En la entrega de la víspera, nos referimos a la jornada electoral como una fiesta cívica porque los mexicanos decidimos salir a emitir nuestros votos en forma pacífica y ordenada, los incidentes que se dieron fueron menores y la mayoría de los presuntos responsables fueron apresados.
Muy aparte de la forma en que se conformará el mapa político del país a partir de la decisión de pueblo y no del poder, es de resaltarse que estamos en el camino correcto de cancelar, de ahora y para siempre, el miserable fraude electoral, “la elección de Estado”, que tanto ha dañado al país.
Tiene razón el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando en su conferencia mañanera del día siguiente de los comicios, afirmó que las elecciones de este domingo “fueron libres, limpias, como no sucedía antes” y destacó la actuación de la sociedad por salir a ejercer su derecho al voto.
Al contrario a años pasados, continuó, en estos comicios no hubo intervención del Estado y la sociedad mexicana eligió de manera libre a quienes la representarán en municipios, estados y en la Cámara de Diputados.
Como un ejercicio de “memoria”, la brillante colega-amiga, Carmen Aristegui, dio a conocer las 10 estrategias para el acarreo de votos en las elecciones, inventadas y puestas en práctica en los tiempos del partido hegemónico, mismo que es un trabajo de investigación de la doctora Ivonne Acuña Murillo, de la Universidad Iberoamericana, así las detalló:
- El acarreo, que ‘facilita’ la movilización de votantes proporcionándoles transporte, camisetas, abanicos, gorras, alimentos, refrescos, etc., para asegurar que lleguen a las casillas el día de las elecciones.
- El mapache, operador encargado de toda la logística para que toda operación electoral funcione. A su vez, éste se coordina con otros ‘mapaches’ situados en la mesas de votación.
- La mesa que más aplauda, se trata de comprar a los funcionarios de la mesa directiva de casilla para que faciliten el trabajo del ‘mapache’ y pueda operar libremente.
- El carrusel, estrategia para votar varias veces por el mismo candidato utilizando para ello a un grupo de personas que recorren distintas casillas con varias credenciales falsas, para lo cual, se hace necesario que algún funcionario de casilla (un “mapache”) les permita votar de cualquier manera.
- La urna embarazada, consiste en llenar de votos al candidato favorecido en las urnas de votación. Puede sustituirse la urna por completo o rellenar con votos previamente robados en otras casillas electorales.
- La catafixia, en esta los ‘mapaches’ de un partido dan a un elector una boleta marcada por su candidato, para que la introduzca en la urna y al salir entregue al ‘mapache’ la boleta en blanco que le proporcionaron los funcionarios de casilla, el proceso se repite una y otra vez.
- El ratón loco, el votante (ratón) será confundido para que no pueda votar. Se intentará ‘enloquecer’ al votante alterando la lista donde debería estar su nombre, enviándolo de casilla en casilla, donde se repetirá la estrategia hasta hacerlo desistir hasta el cierre el colegio electoral.
- La uña negra, consiste en neutralizar a escondidas el mayor número de votos adversos rayando todas las boletas posibles para que sean anuladas a la hora del conteo. Por supuesto, esto sólo puede hacerlo uno de los funcionarios de casilla (‘mapache’) previamente ‘apalabrado’.
- La foto celular. Se pide al votante que una vez cruzado el nombre del candidato requerido en la boleta electoral, le tome una foto. Al salir, la muestra al ‘mapache’ como prueba para recibir aquello que previamente se le haya ofrecido.
- El salario rosa. Una más, tradicional en su forma (pedir copia de la credencial de elector), y nueva en cuanto a lo que se ofrece (tarjetas o monederos electrónicos), es que a cambio de dicho documento, se hace la promesa de que al ganar el partido que las entrega, se les depositarán las cantidades negociadas. Es la famosa tarjeta del ‘salario rosa’.
Para la entrega siguiente ya tendremos números definitivos de las votaciones y sabremos a cabalidad o cuando menos en un aproximado irreversible como quedará el mapeo político de nuestro México.
Por lo pronto es de repetirse que MORENA y sus aliados ganaron las mayoría en la Cámara de Diputados federal, aunque perdieron la mayoría calificada, lo que los obliga para cualquier cambio en la Constitución y para la aprobación de otras leyes a negociar con las bancadas opositoras.
MORENA también ganó 10 gubernaturas y sigue en la lucha por dos, tres fueron para la alianza “Vamos por México” que conforman PAN, PRI y PRD.
La derrota fuerte de MORENA se dio en la Ciudad de México cuando la mencionada alianza opositora se proyecta ganadora en 8 alcaldías de las 16, ya que el partido gobernante sólo obtuvo 7 de 11 que tenía. Una más, Xochimilco, aún está en la disputa del conteo.
Por lo pronto, lo más destacado es que enterremos de ahora y para siempre el fraude electoral, “las elecciones de Estado”.
