Noviembre 16, 2024
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COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Rentería Arróyave

El compromiso es por el desarrollo y la paz de China y el mundo, afirmó el presidente Xi Jinping (III)

Al colega Juan Carlos Aguirre, corresponsal del Canal de la Televisión Central de China en español, CGTN, por su profesionalismo, demostrado una vez más, con  la entrevista a este autor y por su amplía difusión mundial.

TERCER Y ÚLTIMA PARTE

En esta entrega que completa la serie, entremos al tema que nos ocupa: los 50 años de China en la Organización de las Naciones Unidas, ONU, y qué mejor, como nos lo hemos propuesto, que sean las propias palabras del presidente Xi Jinping expresadas en el seno del ente universal.

Durante estas cinco décadas, afirmó el mandatario, el pueblo chino siempre ha defendido la autoridad y el estatus de la ONU y practicado el multilateralismo, y la cooperación entre China y la ONU se ha venido profundizando.

Como miembro permanente del Consejo de Seguridad, China ha cumplido fielmente con sus responsabilidades y misiones, defendiendo los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el papel central de la ONU en los asuntos internacionales.

En ese contexto, recordó que siempre ha abogado activamente por la solución política de las disputas por medios pacíficos,  y vinieron las cifras, que representan records muy apreciados porque China ha enviado a más de 50.000 personas para las operaciones de mantenimiento de la paz, y se ha convertido en el segundo mayor contribuyente al presupuesto ordinario de la ONU y a las cuotas de mantenimiento de la paz.

China ha sido uno de los primeros países en alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, tomó la delantera en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y ha contribuido con más del 70 por ciento de la reducción de la pobreza mundial.

Siempre adhiriéndose a la Carta de la ONU y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, China persiste en combinar la universalidad de los derechos humanos con las realidades del país, y ha recorrido un camino de desarrollo de derechos humanos conforme a la tendencia de los tiempos y con características chinas, aportando así una enorme contribución al progreso de los derechos humanos en China y también a la causa internacional en esta materia.

Y remató en este punto crucial con esta declaración y advertencia: “La impetuosa corriente mundial va hacia adelante. Los que se adapten a ella prosperarán y los que vayan en su contra perecerán”.

Porqué, porque “en las últimas cinco décadas, a pesar de las vicisitudes en la palestra internacional, gracias a los esfuerzos aunados de todos los pueblos, el mundo se ha mantenido estable en general, la economía mundial ha asistido a un desarrollo acelerado y la ciencia y la tecnología han venido renovándose día a día.

Un gran número de países en vías de desarrollo han crecido y se han robustecido, más de mil millones de personas han salido de la pobreza y miles de millones de personas están marchando sin cesar hacia la modernización”.

En la actualidad, está acelerándose la evolución de la situación internacional cambiante nunca vista en una centuria, y las fuerzas por la paz, el desarrollo y el progreso han venido creciendo. No es menester seguir la tendencia imperante de la historia, por el contrario persistir en la cooperación en vez de la confrontación, en la apertura en vez del enclaustramiento y en beneficios mutuos y ganancias compartidas y promisorias, en vez de juegos de suma cero.

Debemos oponernos categóricamente a todo tipo de hegemonismo y  política de fuerza, así como al unilateralismo y el proteccionismo en todas sus manifestaciones”. Este es el papel que ha representado China en 50 años de su legítimo escaño en Naciones Unidas.