Por Teodoro Rentería Arróyave
El compromiso es por el desarrollo y la paz de China y el mundo, afirmó el presidente Xi Jinping (II)
A los colegas corresponsales del Canal de Televisión Central de China en español, CGTN, por la estupenda entrevista a la que con gusto me “sometieron”.
Después de haber expresado el presidente Xi Jinping, en nombre del Gobierno y el pueblo chinos, el sincero agradecimiento a todos los países que han copatrocinado y apoyado la Resolución 2758 de hace 50 años que reconoció el derecho de la ahora gran potencia a ser miembro de la Organización de las Naciones Unidas, UNU, y la alta estima a todos los países y pueblos que han apostado por la justicia, continuó con los siguientes conceptos, el primero de ello irrefutable:
Los 50 años transcurridos desde la recuperación del escaño legítimo de la Nueva China en la ONU han sido fieles testigo del desarrollo pacífico de China y su compromiso y dedicación al bienestar de toda la humanidad.
Durante estas cinco décadas, el pueblo chino, siempre con ánimo de auto superación, ha dominado el rumbo de avance del país en medio de las vicisitudes internacionales, escribiendo una epopeya del desarrollo de China y de la humanidad. Sobre la base de los logros de la construcción y el impulso del país alcanzados desde la fundación de la Nueva China, el pueblo chino ha comenzado la nueva era histórica de la reforma y apertura, e iniciado y desarrollado con éxito el socialismo con peculiaridades chinas, al tiempo de venir liberando y desarrollando las fuerzas productivas sociales y elevando el nivel de vida del pueblo.
Con ello, agregó, el país ha logrado un histórico avance sin precedentes, pasando de un país con fuerzas productivas relativamente atrasadas a la segunda economía del mundo. Tras arduos esfuerzos, el pueblo chino ha alcanzado el objetivo de construir integralmente una sociedad modestamente acomodada en la vasta tierra de China, conquistado el triunfo de la batalla decisiva contra la pobreza, solucionado históricamente el problema de la pobreza extrema, y arrancado la nueva marcha hacia la construcción integral de un país socialista moderno, abriendo brillantes perspectivas para la gran revitalización de la nación china. Nosotros desde hace tiempo sostenemos que es ya la primera potencia del mundo.
Con un pueblo amante de la paz y bien consciente de su valor mismo y la propia tranquilidad que entraña, China siempre ha aplicado inquebrantablemente la política exterior independiente y de paz, haciendo valer la equidad y la justicia en el mundo y oponiéndose resueltamente al hegemonismo y la política de fuerza, ha contribuido a la paz el desarrollo del planeta.
El pueblo chino apoya firmemente a los numerosos países en desarrollo en su justa lucha por defender la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo. Con un pueblo comprometido con el desarrollo común, China ha venido haciendo lo que pueda para ayudar a los demás países en desarrollo con ejemplos que van desde el Ferrocarril Tanzania-Zambia hasta la Franja y la Ruta, ofreciendo así nuevas oportunidades al resto del mundo con su propio desarrollo.
Y sobre el flagelo del siglo, afirmo: En los momentos difíciles por la propagación global de COVID-19, China ha compartido activamente con el resto del mundo sus experiencias en el control y tratamiento del virus, proporcionado a los diversos países gran cantidad de insumos anti epidémicos, vacunas y medicamentos, y desarrollado a fondo la cooperación basada en criterios científicos sobre el rastreo de los orígenes del virus, trabajando con sinceridad y predisposición por la victoria definitiva de la humanidad contra el virus. CONTINUARÁ.