IMPULSO/Teodoro Rentería Arróyave
PALABRA Y MÚSICA EN EL ADIOS A FERNANDO DEL PASO
“Cuando yo me muera, allí está todo el año: tómalo. Cuando yo me muera, cómprate un calendario y por cada mes que todavía me quieras, deshoja la hoja, arráncala, arrójala”.
Al igual que a otros grandes del intelecto y del arte, al escritor doblemente mexicano por haber nacido en México y precisamente en la Ciudad de México, se le despidió con partes muy singulares y soberbias de sus obras literarias, mismas que fueron recordadas, leídas con la emoción del sentimiento del momento por sus hijos, como su poema “Cuando yo muera”, que escuchamos en la voz de su primogénito, Alejandro.
El catafalco en medio del vestíbulo principal del Palacio de Bellas, recibió de su vástago mencionado las cenizas del también poeta que guardaban una pequeña urna gris que contrastaba con la grandeza del también pintor que despedíamos sus familiares, en primerísimo lugar su amiga de vida, Rosario, funcionarios de la cultura con la secretaria del ramo María Cristina García Zepeda, intelectuales de todas las disciplinas, pueblo en general y periodistas.
El momento me hizo recordar las exequias en Catalunya, muy cercanas en tiempo, de la eximia soprano, Montserrat Caballé, donde su propia hermosa, potente y a la vez delicada voz, la despidieron en el inicio de su viaje al éter terno.
“A enero, mándalo al cielo. A febrero, con mis camisas. Con marzo, envuelve una rosa. Y hazte con abril un barco que navegue despacio, hasta mayo. A junio dile que me salude a julio y mándalos a los dos por un embudo”.
Oímos emocionados las oraciones fúnebres, que al menos nosotros escuchamos como cantos de vida, primero de la secretaria de Cultura, la admirada y muy querida Maraki, al principio, al final y en los intermedios hacía explosión de sentimientos la música de Bizet, Massenet y Mozart.
Nos tocó en suerte estar al lado de la reconocida y también muy querida colega, Cristina Pacheco, conversación breve y a intervalos. ¡Cuántos recuerdos! A su querido cónyuge, José Emilio Pacheco, otros de los grandes escritores, también doble paisano, nacido el mismo día que el autor de esta entrega, 30 de junio, dos años después del autor, 1939, fue despedido de cuerpo presente en la sede del Colegio Nacional el 27 de enero de 2014.
Y siguieron los recuerdos: Fernando del Paso, “Premio Cervantes 2015”, en la siguiente edición del galardón en Lengua Castellana 2016, por derecho le tocaba ser jurado, su enfermedad, no nos permitió compartir la mesa de deliberación de ese laurel literario, que algunos le llaman “El Novel de la literatura castellana”, nosotros, como lo hemos sostenido, no necesitamos comparaciones, vale por sí mismo.
“Y con agosto, amada mía, cubre tus pechos para que se incendie el día. Cuando yo me muera, allí está septiembre: bésalo. Con octubre, haz un cometa y con noviembre, su cola. Y a diciembre deshójalo y jura que al mismo tiempo si me quieres, no me quieras, si me olvidas, no me olvides”.
Así con sus propias frases versificadas y música de los grandes maestros, despedimos a Fernando del Paso, un grande de la literatura castellana.