De güeros, prietos y misóginos (I)
Teodoro Rentería Arróyave
Exacto, cuando los candidatos únicos de los partidos políticos o, mejor dicho, de las coaliciones que han formado están en etapa de cierres de precampañas, que por esa misma situación de singulares son campañas en toda forma, han surgido los deslices, muy delicados por cierto, en las tres pistas en donde se juegan la Presidencia de la República.
Empecemos con la coalición que postula a José Antonio Meade, “Todos por México”, conformada por los partidos Revolucionario Institucional, PRI; Verde Ecologista de México, PVEM, y Nueva Alianza, PANAL.
Nada menos que el presidente del tricolor, Enrique Ochoa Reza arremete contra los priistas que han desertado de su instituto político para incorporarse a MORENA de Andrés Manuel López Obrador, a lo cual tienen todo el derecho, el problema es el desliz que cometió al imponerles a los disidentes el alias de “los prietos”.
Y no sólo eso, además los descalificó al lanzarles la siguiente frase que luego subió a su twitter, que textual dice: hay priistas leales, “en cambio, hay algunos que se van huyendo a Morena, son los prietos y a esos prietos desde aquí les decimos: les vamos a demostrar que son los prietos, pero ya no aprietan”.
En primera instancia, ni siquiera fue original, pues ese jueguito de palabras se la fusiló al “Bronco”, al precandidato independiente y gobernador de Nuevo León con licencia, Jaime Rodríguez Calderón, quien, días antes, también ante la incorporación de ex militantes del PRI y del Partido Acción Nacional, PAN, a Morena, afirmó que el partido de Andrés Manuel López Obrador ya se debería llamar PRIeta.
El desliz de Ochoa Reza de “los prietos que ya no aprietan” que lanzó en un mitin celebrado en Tabasco de inmediato se hizo viral, mismo que por una parte fue calificada como “racista” por miles de internautas que convirtieron el desliz del líder priista en ‘trending topic’, ya que tal adjetivo es una manera despectiva de referirse a las personas de piel morena.
Pero también por su aseveración de “que ya no aprietan”, ya que, obvio, tiene una connotación de doble sentido, misógina en una palabra.
En el video que el propio Ochoa Reza subió a su cuenta de Twitter y que más tarde eliminó se ve a centenas de priistas celebrando la frase con aplausos y el grito de “sí se puede, sí se puede”.
Con estos resbales, tal parece que vamos a una contienda entre prietitos y güeritos, como dice el entrañable amigo Carlos Fernando Ravelo y Galindo, cuando en sus análisis políticos se refiere a Donald Trump.
El precandidato tricolor, José Antonio Meade, ha de pensar: “No me defiendan compadres”. Continuará.
