IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
La novena película de Quentin Tarantino, “Había una vez en… Hollywood” se sitúa en 1969, lo cual le da la posibilidad de ser políticamente incorrecto y jugar con clichés y estereotipos que incluso incluye a los mexicanos.
En una de las escenas, Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) sufre los estragos de ser un actor en decadencia, pese a ser buen histrión, al salir de un restaurante con su amigo y stuntman Cliff Booth (Brad Pitt).
Rick acaba de recibir una mala noticia y comienza a llorar, Cliff le dice: “Ponte los lentes y por favor, no llores frente a los mexicanos”, quienes en el filme son parte del valet parking del lugar.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Brad Pitt señaló que esa escena, más que hablar sobre la manera en la que veían los estadounidenses a los mexicanos en aquella época, es una muestra de la represión que se auto imponían los hombres hace décadas.
“Me parece una escena graciosa, el contexto más que ‘no llores frente a los mexicanos’ es ‘no llores frente a los hombres’, es un tema de machismo, de ‘no seas un bebé’, de no mostrar tu debilidad”, explicó el actor de 55 años.
Brad comentó que incluso esa manera de crecer bajo los preceptos de “los hombres no lloran” o “no debes mostrar debilidad” es algo con lo que él también creció y contra lo que tuvo que luchar.
“Esa es la forma en la que yo crecí pero no es la forma en la que somos los hombres hoy. Eso de ser fuerte, capaz, valiente y no mostrar debilidad, así es como me criaron a mí, pero hoy los hombres somos más abiertos y vulnerables, podemos llorar y estar bien con eso”.
Aunque en este largometraje que se estrena en México este viernes Pitt es “el chico malo” o el “patea traseros” de la historia, confesó que detrás de cámaras las cosas que más lo han hecho llorar en la vida son aquellas que tienen que ver con pérdidas amorosas.
“Claro que he llorado, hace mucho que no lloro, pero todos lloramos, a menos que seas de piedra, el dolor es universal. Uno llora porque le rompen el corazón, porque tienes una pérdida, por todas esas razones que son tan humanas y universales”, reconoció Brad.
El filme es una reinterpretación de Tarantino (noveno en su carrera) sobre el ambiente y la época en la que fue asesinada la modelo y actriz Sharon Tate (Margot Robbie) a manos de La Familia, liderados por Charles Manson.
También aparecen Dakota Fanning y Luke Perry (“Beverly Hills 90210”), fallecido el pasado mes de marzo.