Patricia Fuentes Hurtado
Alerta de Violencia de Género en Edomex, blindaje insuficiente
Este 2021 se cumplieron 6 años de que se activó la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en el Estado de México, sin embargo, este mecanismo implementado desde la federación no ha podido impactar favorablemente en la disminución de la violencia.
De acuerdo con datos de incidencia delictiva del fuero común de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en el 2015, año inicial, la entidad registró 33 feminicidios; para 2019 la cifra subió a 67 delitos; en 2021 con corte a septiembre, sumaban 42 asesinatos dolosos contra mujeres.
Fue el entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien anunció que el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres había acordado la procedencia de implementar la AVGM en la entidad, cuyo propósito no necesitaba mayores precisiones. A pesar de que las causales son multifactoriales, el acendrado machismo, así como el binomio pobreza-delincuencia, siguen allanando el camino a los feminicidas.
La entidad mexiquense fue la primera a la que se le decretó AVGM en 11 de los 125 municipios: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Chalco, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán, Ixtapaluca y Cuautitlán. La misma SSPC indica que en su conjunto han acumulado un total de 312 feminicidios en 6 años.
Ecatepec, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl registraron 62, 38 y 36 feminicidios, respectivamente, coronándose así como los más peligrosos. Le siguen Toluca (30) y Naucalpan (31).
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), la AVGM es una herramienta necesaria pero persisten carencias en su implementación, por ejemplo, carece de una atención integral a víctimas de violencia sexual, cuya dilación en los procesos provoca el avance de embarazos forzados; asimismo, la falta de protocolos propicia que muchas muertes catalogadas como suicidios sean en realidad feminicidios.
Al tratarse de un mecanismo tripartita, se extravían propósitos en la delegación de responsabilidades: la Secretaría de Gobernación autoriza y da seguimiento; las Fiscalías estatales delimitan responsabilidades; al Ejecutivo estatal le toca coordinarse con los municipios para focalizar los puntos de agresión.
Tristemente aún prevalecen prejuicios que minimizan el compromiso en las demarcaciones. Se requiere mayor observancia en el presupuesto asignado a los estados, para que a su vez bajen recursos a los municipios.
Desde la óptica de los familiares de las víctimas, la falta de capacitación con perspectiva de género y el desdén en los Ministerios Públicos, impiden accionar preventivamente o con rapidez. A la fecha existen 22 AVGM en el país.
Por décadas la cifra oficial minimizó el feminicidio, lo borró, disfrazó y negó. Hoy la creciente estadística lo hace inocultable. La AVGM ha sido apenas un asomo de esperanza, pero en proporción, sigue siendo insuficiente.