IMPULSO/ Agencia SUN
México
“Es un acto de violencia de género y es una total falta de respeto a las mujeres cercanas”, así comienza el video manifiesto de Anna Dovgaliuk, una bloguera y activista rusa.
Según afirma, el video subido a redes sociales es en contra de los hombres que viajan con las piernas abiertas en el Metro o en el transporte público, ocupando más de un asiento, lo que es molesto para otros usuarios.
Por ello, decidió verter cloro en la entrepierna de todos los hombres que viajaban haciendo “manspreading” en el metro de San Petesburgo. Según el material, la mezcla vertida sobre las personas se creó con 30 litros de agua y seis de cloro, obteniendo una sustancia 6 veces más potente que el cloro doméstico, utilizado para lavar.
El “experimento” fue realizado a 70 hombres que iban sentados en el Metro, muchos de los cuales reaccionaban de forma violenta ante la acción de Dovgaliuk. Antes del final del documento se aprecia que el plan de la activista es continuar con el alto al manspreading, ya que escribió: “Moscú, Kazán, son los siguientes”, haciendo referencia a los sistemas de transporte de metro de esas ciudades.