Por Luis Miguel Loaiza
Se enrarece el clima político en edomex; descalificaciones, guerra sucia y más
No es Morena, ni el PRI o sus aliados, es la cultura política decrépita que sigue permeando en la entidad mexiquense la que dicta la agenda y arrastra a militantes y líderes.
La pobreza económica, cultural y moral de la sociedad es caldo de cultivo para suplir intereses de líderes partidistas y grupúsculos que se quieren eternizar en el poder y para muestra basta un botón al mirar la forma en la que los grupos al interior de Morena se disputaron ayer domingo la obtención de cargos de representación distrital.
Un proceso en el que hubo acarreo (bajo la idea de apoyar a AMLO por parte militantes de diversos grupos, se repartieron recursos económicos por voto y se desató una verdadera cena de negros para lograr detener al “oficialismo”, pero lo único que exhibieron fue una repetición al viejo estilo priista para lograr sus objetivos.
A palabras del ex alcalde José Luis Gutiérrez Cureño, la jornada electiva de MORENA es un proceso que muestra el estirón desde su condición anterior de movimiento triunfante, a su nueva posición de partido hegemónico en el país. En este proceso se muestran algunos de los cromosomas mas potentes de su formación, que en algunos casos se complementan y en otros se confrontan; la tradición corporativa del PRI vs la participación cívica libre e independiente. La movilización social y la participación pluriclasista. La presencia total nacional y la convivencia de regiones en donde se consolidan cacicazgos regionales, conviviendo con regiones en donde predomina la pluralidad y diversidad política. Es un parto de Montes. Habrá que conocer la fuerza que adquieren estos cromosomas de su genética política, la cual esta determinada por el perfil de quienes queden como representantes en ese congreso nacional de 3,000 congresistas y en los 32 consejos estatales. El resultado de esa correlación de fuerzas determinara si habrá restauración del régimen priista, sustitución de régimen, o construcción de una nueva etapa.
Por cierto que en el proceso estatal es lo mismo y tras darse a conocer el nombre de los cuatro finalistas: Delfina Gómez, Horacio Duarte, Higinio Martínez y Fernando Vilchis, inició una verdadera guerra sucia por parte del grupo del senador texcocano contra el alcalde de Ecatepec, a quien no le perdonan el haberse ido por la libre y desconocer al GAP como su mentor.
Las últimas encuestas ubican a Fernando Vilchis ya no solo por encima de Horacio Duarte, sino que ya superó en mucho al tlatoani de Texcoco, Higinio Martínez y muy cerca de la aún secretaria de educación, lo que encendió los focos rojos entre los gapistas que no quieren perder el poder en la entidad y con ello dejar de “vender” los cargos políticos en la mayoría de los municipios.
El PRI, por lo pronto, ya prepara la asunción de Alejandra del Moral, bajo la insinuación del gobernador Alfredo del Mazo y tendrá que utilizar toda sus estrategias para que ella sea la ungida y no Enrique Vargas en la posible alianza, si las cosas marchan como hasta ahora en tres semanas Morena tendrá candidato o candidata y forzará a sus contrincantes a apresurar el paso y antes de septiembre anunciar al o a la designada, se antoja un panorama nada fácil para todos, pero en política nada está dicho. Y YA.