Se requiere reactivar la actividad productiva para recuperar empleos, manteniendo las medidas sanitarias de manera estricta, ya que, en todo caso, la frágil recuperación podría revertirse.
Impulso/Toluca
A partir del mes de agosto, la situación económica en México mostró una recuperación modesta y frágil, mientras que el anuncio del plan de infraestructura por parte del Gobierno de México, de cumplirse, ayudaría a que los logros alcanzados en los dos últimos meses no se reviertan, indicaron los investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, Reyna Vergara González y Pablo Mejía Reyes.
Los también integrantes del Centro de Investigación en Ciencias Económicas (CICE) de la Facultad de Economía de la UAEM precisaron que dicho plan de infraestructura, equivalente a casi 300 mil millones de pesos, es una buena señal que, de cumplirse, podría empezar a sacar la inversión y, por ende, a la economía mexicana de la tendencia recesiva en la que se encuentra desde 2018 y se agudizó durante 2020.
Vergara González explicó que los datos mensuales desestacionalizados del indicador de la inversión fija total correspondiente al mes de julio de este año, reportados por el INEGI muestran una recuperación mucho más modesta de 4.4 por ciento que la observada un mes antes, en junio, con 20.1 por ciento.
“Los valores más bajos del indicador corresponden a los meses de abril y mayo de este año, debido al cierre de las actividades no esenciales con el fin de mantener la sana distancia. El rubro más afectado en abril fue la construcción residencial, con una caída de 43.6 por ciento anual, mientras que maquinaria y equipo de origen nacional es el componente que parece recuperarse más rápido, al pasar de una tasa anual de -54.3 a -23.3 por ciento en julio”.
En su oportunidad, Mejía Reyes detalló que la cifra de trabajadores registrados en el IMSS mostró una leve recuperación entre julio y agosto, mostrando que el nivel más alto de estos indicadores de empleo se alcanzó en febrero pasado, justo antes de que iniciara el confinamiento sanitario.
En tanto, a partir de marzo el empleo empezó a caer, especialmente en el grupo de trabajadores eventuales, así que entre febrero y julio, meses en los que se tuvieron los niveles más bajos, se perdieron un millón 24 mil 528 empleos totales, de los cuales 764 mil 236 era permanentes.
Refirió que desde sus niveles más bajos, el empleo formal aumentó entre julio y agosto, creciendo en 28 mil 560 puestos de trabajo, es decir, 0.1 por ciento y el permanente en tres mil 980, es decir, 0.02 por ciento, mientras que de mayo a agosto se han creado 65 mil 899 plazas eventuales, lo que equivale al 2.5 por ciento.
México se encuentra en recesión económica desde 2’018, y esta situación sólo se agudizó durante 2020.