IMPULSO/ Agencia SUN
Washington, EU.
La amenaza de Donald Trump de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México se mantiene, e incluso podría llevarse a cabo este fin de semana, pero la Casa Blanca ha cambiado el tono. El presidente estadounidense se mostró complacido por la detención de inmigrantes por parte de las autoridades mexicanas, un “gran paso” que, dijo, México debe mantener si quiere evitar el cierre.
La portavoz presidencial, Sarah Sanders, confesó que cerrar la frontera “no es la primera opción”, pero lo más importante para la administración es “proteger la vida” de sus ciudadanos. Por la mañana, dijo a Fox News que el gobierno estadounidense ha visto que México está “asumiendo un mayor sentido de responsabilidad en el proceso” de afrontar el flujo migratorio. Ante periodistas en la Casa Blanca indicó que las autoridades mexicanas “han comenzado a hacer mucho más. Los hemos visto capturar a un mayor número de personas. También los hemos visto evitar que más personas crucen la frontera para que ni siquiera ingresen a Estados Unidos. Esas dos cosas son útiles y nos gustaría que continúen”.
Trump tuiteó temprano que “después de muchos años [décadas], México está deteniendo a un gran número de personas en su frontera sur, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador. ¡TODOS han estado tomando dinero de Estados Unidos durante años y sin hacer NADA, ABSOLUTAMENTE NADA por nosotros”.
Ahora la mirada está más concentrada en el Congreso y, en especial, en los demócratas, a los que intentó culpar del futuro cierre de la frontera por su inacción en aceptar una reforma migratoria que, asevera, podría resolverse en 45 minutos y que sustituiría a la actual, un sistema migratorio que califica de “estúpido”.
La decisión, que se dice podría llegar incluso este fin de semana tras la visita que Trump hará el viernes a la frontera, no está tomada. Previamente, su yerno y asesor, Jared Kushner, confesaba que la administración estaba apostando al cierre de la frontera “para presionar a todo el mundo”.