IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
En el arranque del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los bancos ofrecen ayudar en sus objetivos sociales y de crecimiento económico. El director general de Grupo Financiero Banorte, Marcos Ramírez, asegura que el sector financiero está lejos de ser un problema para el país y se ofrece como parte de la solución.
En entrevista con EL UNIVERSAL, previo a la edición 82 de la Convención Nacional Bancaria, destaca que es factible alcanzar la meta de crecimiento de 4% fijada por el Presidente y reconoce el elevado grado de confianza de la población a las medidas del nuevo gobierno.
Banorte llega más fortalecido a esta convención bancaria…
—Como sector financiero somos parte de la solución y no del problema para ayudar en todo lo que nos viene con el nuevo sexenio y eso va a quedar muy claro. Como Banorte llegamos más fortalecidos. Somos el segundo grupo financiero en el país. Tenemos muchísimas estrategias y muchas ganas para hacer bien las cosas para nuestros clientes, para nuestros compañeros de trabajo y en bien de los inversionistas que han puesto dinero.
Esos objetivos los tenemos alineados y queremos dar agradables sorpresas para todos y trabajar mucho con el nuevo gobierno. Estamos viendo la típica curva de la experiencia que pasa en todos los sexenios en todos los países, y es cuando más tenemos que estar ayudando.
¿Tienen buenas expectativas?
—Sí, sobretodo en el mediano y largo plazos. En el corto esperamos un crecimiento este año de 1.5%, pero también estamos diciendo que sí se puede alcanzar la tasa de 4% a futuro y agarrar un círculo virtuoso, y queremos estar como institución con nuestra tecnología y proveer servicios.
¿Cómo van a apoyar al gobierno?
—Apoyar en todo lo que se pueda. No se trata de que apoyemos y los demás no. Sería una competencia tonta. Se trata de que entre todos apoyemos los programas que hay. Entonces más que competir, lo que se tiene que hacer es echarnos el hombro entre todos. En México falta muchísimo por bancarizar y no es sólo labor de Banorte, sino de toda la banca y lejos de competir, el espacio es tan grande que tenemos que complementarnos para apoyar los programas y la labor social que se necesita. Que le vaya bien a México y nos va bien a todos.
Que le vaya bien al Presidente…
—Por supuesto. Eso que quede bien claro. Es el Presidente que elegimos como país y si le va mal nos va mal a todos. Que quede claro que queremos que le vaya bien.
¿Están listos para apoyar la dispersión de programas sociales?
—Sí, pero no somos los únicos ni queremos ser los únicos, tiene que ser la banca la que ayude.
Ante las opiniones de las calificadoras, ¿la banca en general puede ser un contrapeso?
—La banca sí está fuerte y sí puede opinar y pensamos que lo que pasó con las calificadoras es que hablan sobre datos duros de cosas pasadas y tienen una metodología tremendamente científica y técnica con lo que llegan a estas conclusiones.
Las calificadoras hicieron lo que el mercado sabía que iba a ocurrir. Ya lo tenían descontando. Ahora se habla de una cosa que yo ya no entiendo. El mercado no tiene descontado que perdamos el grado de inversión.
Cuando se hicieron los anuncios de las calificadoras no pasó nada porque el mercado se había adaptado. Ahora, lo que me gustaría llamar a la conciencia es que en ningún momento se va a perder el grado de inversión.
Ahora lo que sigue es que todos construyamos y apoyemos. La banca puede ayudar haciendo nuestra labor social. Estamos en medio de quien tiene el dinero y quien lo necesita. Somos la cadena de transmisión y podemos ir muy rápido haciendo que esta cadena funcione.
¿La banca es fortaleza del país?
—Por supuesto. Hay países donde no, o hay tiempos donde no. Los bancos que en México tienen un capital muy fuerte y están listos para prestar. Ninguno está en condiciones de lamerse las heridas. Todos están bien posicionados y listos para competir.
¿Debería haber preocupación entre la gente ante las decisiones de arranque del gobierno?
—Lo que estamos viviendo es una transformación que todos los mexicanos escogimos en mayoría. La aprobación del Presidente habla por sí sola, es lo que la gente quiere que él haga y lo está haciendo y lo único que tenemos que hacer es apoyarle y lejos de ser un obstáculo ser parte de la solución para llegar más rápido al objetivo de crecer a 4% que es la meta que nos tenemos que poner.
Quejarte y hablar mal no te va a lleva a ningún lado. Yo sí creo que nos va a ir bien, y va a ser tiempo en que a los pesimistas no les irá tan bien y a los optimistas sí. Esta transformación va a traer un nuevo México.
¿Cuáles son los riesgos?
—Tenemos que seguir trabajando todos en el Estado de Derecho. El principal riesgo es que no lo fortalezcamos y esta es la tarea más importante que tenemos en el país.