IMPULSO/ Agencia SUN
Guatemala
Zury Ríos aspira a ser la primera Presidenta de Guatemala. Hoy enfrenta en la Corte Constitucional de Justicia guatemalteca a la oposición de diversos sectores políticos de su país, que exigen se retire de la contienda por ser hija de un general que asumió de facto el gobierno del país centroamericano hace 37 años.
“Eso no es democrático, y lo peor es que lo hacen interpretando la Constitución de una manera absurda y violatoria de los derechos humanos. Dicen que tanto yo, como mi hija, sus hijos, nietos y bisnietos aun por nacer, no pueden aspirar al legítimo derecho de elegir y ser electos.
“Absurda violación a un derecho humano garantizado por nuestra Constitución. Lo hacen porque le tienen miedo al cambio. Quieren continuar la polarización entre ‘éstos y aquellos’, como si el problema de la pobreza, la educación y el desarrollo económico fuese un problema ideológico”, ataja.
Ríos es considerada una política de derecha y conservadora; en entrevista con EL UNIVERSAL ataja: “creer en Dios no es una limitación. Amar al prójimo como a uno mismo sólo puede ser bueno y jamás algo malo. Darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, esto deja claro lo que debe hacer un Presidente con relación a su mandato en cuestiones de fe”.
Opta por los muros de desarrollo para enfrentar la migración ilegal desde la región hacia Estados Unidos y compromete, de ganar, una relación “de mutuo respeto y hermandad” con el presidente Andrés Manuel López Obrador que potencie la relación comercial y desarrolle la franja fronteriza entre ambas naciones.
– Guatemala se ve envuelta en medio de la crisis de las caravanas de Honduras y El Salvador, ¿qué tan importante es su país en la región, para Estados Unidos o México?
Es determinante, es decir, todo lo que afecta a Guatemala, impacta a la región centroamericana y a México. Nuestro país puede ser un puente social o puede ser un muro para impedir tráfico humano, el crimen organizado y las drogas. Todo depende de la política que el gobierno de Guatemala defina en conjunción con sus vecinos, pero especialmente con los Estados Unidos. El mejor muro es el que desarrolla la economía creando empleos y exportando bienes y servicios en vez de seres humanos.
– ¿Qué opina sobre la lucha anti corrupción y el papel de la Comisión contra la Corrupción de la ONU?
Cuando fui diputada en el Congreso de la República mi posición fue que el gobierno de Guatemala renegociara el convenio CICIG con Naciones Unidas. No se logró, 12 años después vemos que por esa ausencia de resultados es que tenemos los problemas donde se politizó la justicia, con gente guardando prisión preventiva sin procesos justos.
La lucha anticorrupción la comparto total y absolutamente. Debemos luchar de fondo, no como un discurso o un hashtag, porque la corrupción abarca derechas e izquierdas, todos los colores y partidos. La corrupción no tiene colores, tiene culpables, y si de mí depende, estarán en la cárcel y devolverán lo robado.
– ¿Ser hija del General Ríos Montt es una ventaja o un problema?
Es una ventaja pero también un desafío. Una ventaja en cuanto al legado moral y espiritual que me ha dejado en la educación con la cual me formó y los principios que me enseñó. Un desafío porque muchas personas confían y me apoyan porque lo conocieron a él.
Mi padre inició la institucionalidad que hoy gozamos, creando el Registro de Ciudadanos y el Tribunal Supremo Electoral para garantizar elecciones libres y democráticas. Tuvo que hacerlo en momentos en que Guatemala y toda la región se veían inmersos en un conflicto este-oeste en el que nuestros países eran meros peones de la guerra fría. Le aseguro que además de la hija de Ríos Montt, soy Zury Ríos ante todo.
– Hay gente en su país que trata de impedir que usted participe este proceso electoral. ¿Por qué?
Es una absurda violación a un derecho humano garantizado por nuestra Constitución. Lo hacen porque le tienen miedo al cambio. Quieren continuar la polarización entre “éstos y aquellos”, como si el problema de la pobreza, la educación y el desarrollo económico fuese un problema ideológico cuando es de garantizar los preceptos republicanos de separación de poderes, el respeto a la propiedad privada, el respeto a la vida, el respeto a la libertad y a garantizar el imperio de la ley.
– En los países de América Latina la política se ve permanentemente judicializada ¿por qué?
Por la misma razón. Como no pueden ganar con elecciones libres y con el voto del ciudadano, lo quieren hacer por medio de la politización de la justicia. “Lawfare” es el termino en inglés. El gobierno de los jueces. Voy a competir, sin miedo a la democracia, gane o pierda, que lo decida el pueblo. Yo no le temo a las urnas.
– ¿Se imagina Guatemala presidida por una mujer?
Totalmente. La mayoría de guatemaltecos entienden el rol de la mujer en la sociedad y la igualdad de género.
– Sus adversarios la acusan de ser “cristiana que antepone a Dios en su acción política” ¿qué hace para que la critican por eso?
Creer en Dios no es una limitación. Amar al prójimo como a uno mismo sólo puede ser bueno y jamás algo malo. Darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios; esto deja claro las responsabilidades de un Presidente respecto a su fe.
-El presidente Donald Trump habla permanentemente de los centroamericanos y de los mexicanos como portadores de delincuencia, drogas.
La región es un puente por donde puede pasar lo malo, lo bueno y lo feo hacia el norte.
Por eso es tan importante construir un muro de desarrollo económico, social, de generación de oportunidades, de seguridad y estabilidad para atraer inversiones generar riqueza, empleos y satisfactores mínimos. Insisto en decir que la región debe exportar bienes y servicios, no personas.
-¿Zury Ríos Presidenta de Guatemala?
Sí. Lista para servir.
-Si usted gana las elecciones, ¿cuál sería su principal apuesta de relación con México y un Gobierno liderado por Andrés Manuel López Obrador?
Será una relación de mutuo respeto y hermandad; compartimos una misma historia y un mismo idioma.
Tenemos muchas oportunidades de cooperación: activar y potencializar la comisión bilateral Guatemala-México.
Dirigir la inversión nacional e internacional para desarrollar la franja fronteriza en donde hay mucha porosidad y vulnerabilidades de seguridad para ambos países. Hay espacio para lograr acuerdos bilaterales, hídricos, comerciales e industriales.
Estoy muy optimista de poder trabajar con el presidente López Obrador para lograr eso.
