IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
La obtención de una plaza olímpica siempre es reconfortante para una delegación, y más cuando llega en medio de la tempestad.
Con su participación en el Mundial de Gwangju, en Corea del Sur, Yahel Castillo y Juan Celaya han dado brillo a este deporte, que se ensució por problemas federativos.
Luego de colgarse la medalla de bronce en trampolín de tres metros sincronizados, la pareja volvió a casa, con la noticia de que los aires que se respiran al interior del grupo son de paz.
“Nos comportamos muy profesionales en pro del equipo y sentí mejor la vibra. Todos nos regimos por la Federación Mexicana de Natación”, dijo Yahel Castillo a su llegada al AICM.
Sin embargo, algunos tintes de rivalidad aún salen a relucir. “La Federación Mexicana de Natación ya demostró por qué toma ese tipo de decisiones, a pesar de que la gente ha cuestionado”, sentenció Castillo.