IMPULSO/Paola Félix Díaz
Artículo
La Marina Armada de México es una institución que ha sido reconocida por su inquebrantable vocación de servicio, lealtad y compromiso, de allí que ha gozado de amplio prestigio, credibilidad y confianza frente a la sociedad. Sin embargo, en los últimos tiempos, ha estado en el “ojo del huracán” debido a que el ex agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Andrew Hogan, decidió publicar un libro en donde relata cómo hace cuatro años atrapó al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En el libro titulado “Hunting El Chapo” (Cazando al Chapo), así como en diversas conferencias de prensa, tal y como han dado cuenta medios de EE,UU. y nacionales, Hogan relató a detalle cómo fue la metódica búsqueda para capturar al Chapo, asegurando que dicha captura se debió a que pudo infiltrarse al cártel dirigido por Guzmán Loera: “…empezamos por interceptar a miembros del círculo interno de Chapo para ir desmantelando capas dentro de una estructura sofisticada hasta que llegamos a la cima…”.
La captura a la que se refiere el ex agente de la DEA fue la ocurrida en 2014, antes de la fuga que para el agente era predecible y que puso en entredicho al Gobierno mexicano. En esos años, ya corría el rumor de que había presencia de agentes en territorio nacional que habían hecho posible la captura del narcotraficante. Por lo que el entonces Secretario de Gobernación aseguró que el operativo en Mazatlán fue un gran logro de las instituciones de seguridad mexicanas y que no hubo tal presencia de agentes de la DEA.
A pesar las declaraciones de los secretarios de Gobernación y Marina, existen indicios de que no sólo la DEA, sino también la CIA, habían penetrado suelo mexicano para realizar maniobras de seguridad y combatir a los cárteles en territorio nacional.
En razón de las revelaciones hechas por Andrew Hogan, las cuales no han sido desmentidas por autoridades de EE.UU., se hace necesaria una aclaración por parte de la Secretaría de Marina y del Ejecutivo federal sobre quién en realidad encabezó la captura de “El Chapo” y logró ejecutarla, toda vez que el dicho del exagente contrasta notablemente con lo declarado por el entonces secretario de Gobernación, cuando afirmó que EE.UU. sólo colaboró con tecnología para la captura y que fue exclusivamente personal de la Marina Armada de México el que intervino en la operación.
La sociedad mexicana tiene derecho a saber si fueron los comandos de élite de la Marina o si efectivamente fue el ex agente de la DEA, o ambos y si, además, otras instituciones mexicanas o de EE.UU. participaron en la captura.
Las y los mexicanos merecemos una explicación de por qué hubo o hay fuerzas de seguridad estadounidenses operando en territorio mexicano, así como una explicación de quién y por qué permitieron su entrada. Tenemos derecho a saber toda la verdad sobre la captura de Joaquín Guzmán Loera.
Es necesario que la Marina, rompa el silencio para recuperar la credibilidad y confianza de la sociedad. Para quitarse de encima ese lastre llamado “confusión” que le ha pesado durante todo el sexenio, basta recordar, como ejemplo, algunos hechos: Efectivos de la Marina, en la confusión del tiroteo, mataron a una familia cuando atacaron desde un helicóptero a un grupo armado que había sorprendido en tres ocasiones sucesivas a elementos de la Armada en Nuevo Laredo. En un operativo supuestamente para buscar a Juan José “El Abuelo” Farías, vinculado con la delincuencia organizada, y al ser retenidos unos minutos, confundidos, los elementos de la Marina, abrieron fuego contra la población, hiriendo a seis personas, una de ellas de gravedad.
Frente a los hechos y ante el silencio, tenemos derecho a preguntarle al titular de la Marina, ¿what´s up, Secretario? @LaraPaola1