IMPULSO/ Edición Web
Phoenix
El ex sheriff Joe Arpaio cometió un delito al desafiar la orden de una Corte para que dejara de detener a inmigrantes indocumentados, determinó una juez el lunes, en la más reciente reprimenda de un popular político que perdió la reelección a su cargo público en las elecciones del año pasado.
La juez federal de Distrito, Susan R. Bolton, encontró a Arpaio, de 85 años, culpable de desacato delictivo de la Corte, un delito menor que se castiga con seis meses de cárcel. Los abogados de Arpaio dijeron que apelarán la decisión.
La condena se dio a conocer cuando los sheriffs están bajo presión para que jueguen un importante papel en las severas medidas migratorias que Trump ha adoptado.
Trump ha amenazado con retener fondos federales destinados a gobiernos locales que no cooperen deteniendo a reos en la cárcel para que sean deportados, y los defensores de los inmigrantes han interpuesto demandas argumentando que violan los derechos de la Constitución.
Arpaio sirvió por 24 años como sheriff del Condado de Maricopa, Arizona, el cual incluye a Phoenix, amasando una reputación a nivel nacional por las severas condiciones en su Cárcel del Condado, y por su campaña en contra de los inmigrantes indocumentados.
El cargo de delito se origina en una demanda presentada hace una década que acusaba a la Oficina del Sheriff de violar con regularidad los derechos de los hispanos, deteniendo a personas en base a su complexión racial, deteniéndolos bajo la simple sospecha de que estaban viviendo en el país de manera ilegal, y de entregarlos a las autoridades de Inmigración.
Atendiendo dicha demanda, otro juez federal de Distrito, G. Murray Snow, ordenó en el 2011 que el sheriff dejara de realizar estas detenciones en base a la simple sospecha del estatus migratorio de las personas, cuando no había evidencia de que una ley estatal hubiera sido quebrantada. Una Corte de Apelaciones defendió dicho fallo, y Snow la reforzó con otras órdenes.
Pero Arpaio insistió, pública y repetidamente, que las prácticas de su oficina eran legales y que no las cambiaría, y los defensores de los inmigrantes dijeron que las detenciones continuaron.
El lunes, Bolton determinó que Arpaio había violado intencionalmente la orden emitida por la Corte en el 2011. “El acusado no sólo renunció a su responsabilidad, sino que anunció al mundo y a sus subordinados que él continuaría haciendo las cosas como de costumbre, sin importar lo que otros dijeran”, escribió la juez.
Cecilia Wang, subdirectora legal de la Unión Americana de las Libertades Civiles, y una de los abogados en la demanda contra Arpaio, dijo que el veredicto “es una reivindicación por todas las víctimas de sus detenciones ilegales cuyos derechos constitucionales fueron violados”.
Algunos partidarios a favor de medidas migratorias más estrictas apoyaron a Arpaio. Dan Stein, presidente de la Federación para una Reforma Inmigratoria Estadounidense, dijo que la elección del presidente Donald Trump había justificado las medidas de Arpaio.
“Claramente Joe Arpaio ganó la guerra, a pesar de que perdió esta batalla en particular”, dijo Stein. “Como cualquier otro buen ciudadano estadounidense, él reconoció su obligación y estuvo dispuesto a pagar el precio por una manifestación de desobediencia civil”.
Jack Wilenchik, uno de los abogados de Arpaio, dijo que la orden de Snow del 2011 “no había sido clara, y Bolton no tomó eso en cuenta de manera adecuada”. Luego agregó que Bolton también había violado los derechos de Arpaio al negarle un juicio ante un jurado.
El ex sheriff perdió el caso civil en el 2013, cuando Snow determinó que su oficina había violado sistemáticamente los derechos de los hispanos, haciendo eco a los hallazgos de un reporte del Departamento de Justicia del 2011.
En el 2015, Snow encontró a Arpaio culpable de desacato civil de la Corte por violar la orden inicial, y los fiscales lo acusaron de desacato delictivo. Arpaio sostuvo en ambos casos que él no había desafiado a la Corte, y que cualquier tipo de violación fue cometida por sus subalternos.
Bolton desestimó dicho argumento, citando evidencia de que Arpaio había entendido la orden, y señaló varias ocasiones en las que él dijo que no cambiaría sus prácticas.
Bolton programó el dictado de sentencia para el 5 de octubre.
Arpaio, quien una vez se hizo llamar el “sheriff más duro de Estados Unidos”, obligaba a los reos en la cárcel a que vistieran ropa interior de color rosa y servía comida que algunos prisioneros dijeron que era incomible. Con regularidad retuvo a inmigrantes indocumentados por más tiempo después de que las cortes ordenaran sus liberaciones para asegurarse de que fueran recogidos por los agentes de Inmigración, y prometió investigar el acta de nacimiento del presidente Barack Obama.
También fue acusado en varias ocasiones de abusar de su autoridad para investigar a oponentes políticos, y sus problemas legales ocasionaron una acumulación de cuentas que el Condado, el más grande de Arizona, debía pagar.
El año pasado, la frustración ocasionada por sus controvertidas tácticas se tornó en su contra en las elecciones. DIARIO.MX