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Ciudad de México
Un video recién salido a la luz ha causado conmoción e indignación en Hollywood. En él se puede ver al director italiano Bernardo Bertolucci admitir que conspiró junto con Marlon Brando para filmar la escena de violación de El último tango en París (1972) sin el conocimiento ni consentimiento de la actriz Maria Schneider, quien en ese entonces tenía solo 19 años.
“Quería su reacción como mujer, no como actriz”, dice el director a la cámara
Aunque el sexo fue simulado, se trata de una de las escenas de violación más célebres y duras en la historia del cine, en la cual el personaje de Brando ultraja al de Maria utilizando mantequilla en el área genital. “Fue una idea que tuve con Marlon la mañana en la que la íbamos a rodar”, explica Bertolucci en el video, grabado en 2013 durante un evento de La Cinemathèque Francais (dos años después de la muerte de Schenider).
Según el cineasta, Maria nunca acordó ser tocada de esa forma. “Después de la película [Maria y yo] no nos volvimos a ver. Creo que me odió a mí y a Marlon porque no le contamos el detalle de la mantequilla usada como lubricante”.
Esta entrevista, sin embargo, no fue la primera vez en que se habló del suceso. La misma Maria Schneider había hablado al respecto en 2007, al cumplirse el 35 aniversario de la cinta, pero no contó con la misma notoriedad y revuelo en ese entonces.
En una entrevista para el Daily Mail titulada Me sentí violada por Brando, la actriz francesa confesó: “Esa escena no estaba en el guion. Me dijeron de ella justo antes de filmarla y yo estaba enojadísima. Debí haber llamado a mi agente o a mi abogado, porque nadie puede obligarte a hacer algo que no está en el guion. Pero en ese entonces yo no sabía eso. Marlon me dijo: ‘No te preocupes, Maria. Sólo es una película’.
Pero durante la escena, y aunque yo sabía que lo que estaba pasando no era real, lloré lágrimas reales. Me sentí humillada y, para serte honesta, me sentí un poco violada por Brando y por Bertolucci. Después de filmarla, Marlon no me consoló ni se disculpó. Gracias a Dios, sólo hubo una toma”.
Tras su estreno, El último tango en París se convirtió en uno de los filmes más controversiales de la historia del cine y le valió nominaciones al premio de la Academia tanto a Bertolucci como a Brando.
Schneider, por su parte, sufrió problemas de depresión y de drogadicción y nunca más quiso hacer un desnudo para la pantalla.
Aunque reveló que Brando y ella conservaron una amistad hasta la muerte del actor en 2004, también dijo que por un tiempo no pudieron platicar de la película.
Por su parte, Bertolucci asegura que no se arrepiente. “Me siento culpable pero no me arrepiento. Para hacer películas, para obtener algo, tenemos que ser completamente libres. No quería que Maria actuara la humillación y la rabia, quería que las sintiera. Por eso me odió toda su vida”. (Premiere)
