IMPULSO/ Leonor Sánchez Sánchez
Toluca
: Asegura la investigadora del Tecnológico de Monterrey campus Toluca, Maricruz Castro Ricalde.
: El hecho de que 33 por ciento de la población femenina sea víctima de violencia, es realmente inquietante
EN EL ESTADO de México una de cada tres mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia y la entidad ocupa el primer lugar en feminicidios, por encima de los asesinatos de Ciudad Juárez, afirmó la profesora-investigadora del Tecnológico de Monterrey campus Toluca, Maricruz Castro Ricalde
El hecho de que 33 por ciento de la población femenina sea víctima de violencia, es realmente inquietante, y son elementos que no sólo prenden alertas rojas, sino que también permite cuestionar, dé qué manera, desde las políticas públicas y desde el Estado se está respondiendo a este tipo de problemas.
Aunque la doctora respaldó lo que ha sido una petición del Legislativo, al considerar que una doble alerta de género sería conveniente en los municipios conurbados a la ciudad de México, pero no sólo en esa zona, sino también en Toluca, porque este municipio tampoco está ajeno a la violencia contra la mujer.
Sin embargo, puntualizó que puede haber muchos pronunciamientos, pero lo que desea la sociedad civil, son acciones concretas.
Por todo ello, se debe cuestionar a los legisladores sobre las acciones específicas que están generando desde su actividad legislativa para frenar este fenómeno que ha ido en aumento como “contagio”, así como también la sociedad se debe preocupar por lo que está ocurriendo a las mujeres de al lado, a las que van en el transporte público, a las estudiantes que caminan.
Castro Ricalde afirmó que es necesario desde el ámbito público impulsar políticas públicas que generen conciencia social, pero que provenga de las acciones del Estado.
LA violencia contra las mujeres, se revela como una especie de contagio social, ya que quienes cometen tanto violencia contra las mujeres o feminicidios, no les importa en absoluto las medidas que las autoridades toman, si les importará ya se habría frenado el problema.
“Mientras sigamos celebrando el piropo como un piropo y no se señale como indicios de acoso, si seguimos poniéndole cortapisas al acoso laboral sexual, no se dará un verdadero cambio en lo que ocurre a las mujeres”. MARICRUZ CASTRO RICALDE, Investigadora del ITESM Toluca.