IMPULSO/ Agencia SUN
San José, Costa Rica
Al inaugurar este jueves una reunión de un día en Montevideo de cancilleres y emisarios de cinco países de América y ocho de Europa con la Unión Europea (UE) para buscar una salida a la crisis venezolana, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, advirtió que “la mayor disyuntiva que tiene planteada Venezuela es la paz o la guerra”.
Tras insistir en que “los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, no con menos, con más diálogo y paz”, Vázquez planteó que ante el escenario venezolano de guerra o paz, está “nuestro insistente llamado a la serenidad a las partes involucradas y a la prudencia a la comunidad internacional”.
La conferencia internacional en Montevideo busca “identificar puntos de encuentro y articular acciones que coadyuven al clima de serenidad, comunicación y acuerdo político que Venezuela necesita imperiosamente para resolver la grave crisis institucional política, economía y social que hoy la afecta”, proclamó.
Al participar con Vázquez en la apertura del encuentro, la italiana Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), instó a realizar con urgencia unas elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles en Venezuela.
“Creemos que una iniciativa internacional es importante para una salida democrática a través de elecciones libres, transparentes y creíbles”, adujo Mogherini en el inicio de la cita del Grupo Internacional de Contacto, instancia sobre Venezuela creada el 31 de enero pasado por la UE, cuatro países americanos y ocho europeos y del que México no forma parte.
El objetivo del Grupo “no es imponer procesos y soluciones a los venezolanos”, porque está claro que “la solución a esta crisis debe provenir del pueblo de Venezuela”, agregó al insistir en la salida democrática al conflicto.
El encuentro, que reúne a los cancilleres de México, Costa Rica, Uruguay, Bolivia y Ecuador, por América; de Reino Unido, Suecia, Francia, Italia, Alemania, España, Holanda y Portugal, por Europa, y de la jerarca diplomática de la UE, fue inaugurado por Vázquez aproximadamente a las 11:40 horas locales (08:40 en el centro de México) en la Torre Ejecutiva, sede de la Presidencia de Uruguay.
Sin ser parte del Grupo, México se alió este año a Uruguay y a la Comunidad del Caribe (CARICOM) en una posición basada en la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela, para asumir en conjunto una posición neutral y gestionar un arreglo dialogado a los problemas venezolanos.
En ese panorama, México, Uruguay y el CARICOM lanzaron el miércoles el “Mecanismo de Montevideo”, que estableció un plan de diálogo y negociación entre oficialistas y opositores venezolanos para tratar de resolver la profunda crisis política, socioeconómica e institucional de Venezuela.
La iniciativa fue aceptada ayer mismo por el cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, La oposición, encabezada por el presidente interino o encargado de ese país, Juan Guaidó, reafirmó desde la semana anterior que cualquier negociación internacional debe ser únicamente con un tema: definir los procesos de inmediata salida del poder de Maduro y de su régimen.
Al ingresar al encuentro, el canciller de México, Marcelo Ebrard, dijo a la prensa que “el objetivo es facilitar la comunicación entre las partes y que se pueda facilitar lo más rápido posible” y aseveró que “uno de los temas a tratar” es el de las elecciones.
La crisis se agravó luego de que, a partir del 10 de enero anterior y acusado de reelegirse en comicios ilegítimos, Maduro fue desconocido por casi medio centenar de países de América, Europa, Asia y Oceanía como presidente de Venezuela.
Mientras, el opositor Juan Guaidó, electo jerarca de la Asamblea Nacional desde el 5 de enero pasado, se juramentó el 23 de enero como presidente interino y ya tiene reconocimiento de 44 naciones. La oposición rechazó un nuevo diálogo, alegó que el oficialismo lo utiliza para ganar tiempo y adujo que lo que sí negociará será la salida de Maduro, para iniciar la transición a elecciones libres.
México y Uruguay se abstuvieron de desconocer a Maduro y reconocer a Guaidó. De los del Grupo, excepto Italia y Bolivia, los demás ya reconocieron a Guaidó.
Antes del inicio de la cita, el canciller de Bolivia, Diego Pary, cuyo gobierno es un estrecho socio de Maduro, fue increpado por un enardecido opositor venezolano al ingresar a la Torre Ejecutiva, sede de las pláticas.
“¿Creen que puede haber diálogo? ¿Ustedes manejan las estadísticas de todos los niños que se están muriendo?”, cuestionó el venezolano. Pary guardó silencio y el opositor fue apartado del sitio.
A la zona se acercaron también simpatizantes de Maduro, con pancartas que proclamaron el apoyo a su gobierno y rechazaron el asedio al régimen chavista y la intervención extranjera en ese país. Fuerzas de seguridad uruguayas fueron desplegadas en el sector para prevenir incidentes.