IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
En Acolman, Estado de México, se inaugura este 16 de diciembre la XXXI Feria de la Piñata a partir de las 20:00 horas.
“Este destino es uno de los más concurridos durante la época decembrina porque es aquí donde nació la tradición de las piñatas”, nos platica David García, director de Recorridos Culturales (REC), quien cada año guía a los turistas por los talleres familiares para conocer el proceso de producción de este símbolo navideño.
“Según los registros y crónicas que se escribieron durante el siglo XVI, es el lugar donde por primera vez se celebró la tradición de romper una piñata y todo se debe a la aportación que hizo la orden de los agustinos, cuyos integrantes pidieron permiso a la Corona Española para celebrar esta actividad, que además les funcionó como un proceso de evangelización”, explica García.
Para el siglo XVII, se entendía su valor alusivo al mal, así que romper la piñata llevaba un proceso, como si se tratara de todo un ritual: ojos vendados, profesando una fe ciega a la religión católica, al romperla, caían las dádivas (fruta y dulces), es decir, la recompensa por acabar con el demonio”, abundó.
Este año, por primera vez en el municipio, se organizó una convocatoria dirigida a los maestros artesanos para participar en el Primer Concurso Regional de Piñatas, Acolman 2016.
En esta ocasión, se premiarán dos categorías: tradicional y contemporánea, pero los ganadores se darán a conocer hasta el día de la inauguración de la feria, la cual cuenta con una serie de actividades culturales, recreativas y de venta de piñatas hasta el 20 de diciembre.
Si quieres un tour completo por este destino para tomar un taller de piñatas, conocer las bondades del Templo y Ex Convento de San Agustín de Acolman, comprar la piñata que cumple tus deseos y probar la cocina tradicional del pueblo, aparta tu lugar con Recorridos Culturales, empresa que te guiará por esta aventura el 17 de diciembre.
Ahora bien, si prefieres adquirir tu piñata sin salir de la Ciudad de México, pero con la garantía de que son elaboradas también por manos artesanales, qué tal una visita por el Barrio de San Marco, Xochimilco, donde se concentran los talleres familiares especializados en esta tradición.
