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Van a matar a AMLO de un coraje

IMPULSO/Arlequín

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Afortunadamente el presidente está al cien, o como lo diría en sus propias palabras “goza de cabal salud”, pues si no fuera así sus colaboradores y compañeros de partido ya le hubieran causado un infarto con tanto sobresalto.

Sí, don Andrés ha tenido sus visitas al médico por varios temas, unos más delicados que otros, pero hoy asegura que todavía macanea (le pega a la bola de béisbol) y que tiene un gran promedio de bateo, también confirmó que el pasado 2 de octubre acudió al Instituto Nacional de Cardiología a que le practicaran un chequeo del que asegura salió muy bien.

Así que ya párenle, ya dejen de frotarse las manos, el Presidente aguanta un piano y tiene cuerda para un sexenio, o los que hagan falta para lograr la transformación del país (no sea mal pensado, él solo estará en la silla del águila un sexenio y sin duda apoyará a los presidentes que le sigan en la construcción de un mejor país).

Pero como usted seguro es un escéptico de todo, y un fan de los periodistas que se frotan las manos pensando en que la salud de don Andrés no es buena, le damos pruebas contundentes de que está al cien, quizá hasta el doscientos.

Prueba número uno: Si usted recibiera un golpe para su proyecto de austeridad de parte de su principal y más cercano colaborador involucrándolo en el evento más fifí del año y desatando las críticas, no solo de los periodistas, que esos no tienen remedio, sino hasta de algunos los miembros de su partido y de su gobierno a los que se les exige actuar con austeridad, no es como para que le hubiera dado algo.

Prueba número dos: Si un diputado de la cuarta transformación, se hubiera visto involucrado en un accidente de tránsito, huyera del lugar de los hechos y luego de que la presión lo obligó a dar la cara se escudó en el fuero, acción que por muchos es considerada como una práctica del viejo régimen al que Morena se encargó de echar apoyado con millones y millones de votos. Esta actitud, y la falta de control de sus alfiles en la Cámara de Diputados para meter en cintura al legislador, seguro le habría generado alguna alteración a un hombre enfermo, pero no a alguien que está al cien.

Prueba número tres, sí un diputado de Morena es captado dos veces seguidas durmiendo en su curul, al estilo de los diputados de las otras legislaturas, de los que los ciudadanos ya estaban hartos, y argumenta que está cansado porque trabaja mucho, pues es poeta, médico y diputado y además explica que es natural que a los seres humanos después de comer les entre un “soporcito rico” que haga inevitable el caer en los brazos de Morfeo, cualquier jefe político entraría en desesperación y angustia por el tipo de mensajes que están mandando a los ciudadanos quienes se suponen llegaron al poder para cambiar la realidad de la nación. Cualquiera menos AMLO que demuestra que no sólo está saludable, sino que maneja muy bien el estrés.

Las anteriores pruebas son contundentes, pero como aquí se trata de convencerlo al cien, le damos más argumentos.

La salud del Presidente electo, no sólo aguanta los embates de los suyos, sino que tiene para más. En los últimos días ha dejado claro, por si ya se le había olvidado a usted, que la mafia del poder no ha parado de conspirar en su contra. Además ahora reveló que “fuerzas retardatarias” se han confabulado para detener el cambio en el país. Estas dos amenazas, sumadas a la prensa conservadora y a la fifí integran lo que él ha identificado como los orquestadores de una campaña en contra de la cuarta transformación.

Y por si fueran pocos los propios, los opositores retardatarios, ahora hasta los simpatizantes de otros tiempos le están generando problemas, léase, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que se enteró que habrá freno a la reforma educativa pero no recursos económicos para sus líderes, al igual que los activistas de Atenco, que no les cuadra la consulta ciudadana que don Andrés ha ordenado para decidir si el Nuevo Aeropuerto Internacional de México se construye en Texcoco o en la base de la Fuerza Aérea de Sana Lucía. Los de Atenco quieren que no sea en Texcoco y ya, sin consultas, sin mayores argumentos, exige, machete en mano, que AMLO lo ordene.

Quién que no tiene salud puede con tantos enemigos a la vez.

Estas presiones, que por el momento son solo del Presidente electo, y que sin duda se van a multiplicar a partir de diciembre, no las podría encarar un hombre que no gozara de cabal salud, que no estuviera al cien y que macaneara como pelotero de las grandes ligas.

Pero, ya párenle. No abusen, aunque su salud es de acero, no lo vayan a matar un día de estos de un coraje.

 

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