IMPULSO/ Miguel Á. García
Toluca
Renovación de unidades, capacitación de los operadores, instalar medidas de seguridad como botones de pánico y otorgar beneficios a grupos vulnerables fueron los compromisos asumidos por el gremio transportista en septiembre del 2017 para que el Gobierno del Estado les autorizara oficialmente un incremento en la tarifa de dos pesos para pasar de ocho a 10 pesos, esto pese a que desde el mes de enero de ese año los operadores por determinación propia cobraban este monto a los usuarios.
Una vez más como ese año los operadores han iniciado una campaña para demandar a la autoridad un nuevo aumento está vez de cuatro pesos, condición que para los usuarios es incomprensible e injustificada partiendo del mal servicio que se presta.
“Es mucho a veces un peso o dos pesos se nos hace mucho yo creo que cuatro pesos es bastante yo creo que no la verdad no se me hace justo”, Sonia Gutiérrez, ama de casa.
“Está mal porque ni siquiera son buenas unidades y luego están súper llenas están en malas condiciones”, Lizbeth Juárez. Estudiante de Toluca
Según con los usuarios la principal demanda hacia el servicio es la falta de seguridad al viajar tanto por la imprudencia de los choferes como el riesgo de ser asaltado, lo que evidencia otro de los compromisos incumplidos por los empresarios; instalar Botones de pánico y cámaras de video vigilancia.
“Manejan muy loco se pasan los topes a veces por ganar pasaje rebasan no miden las consecuencias” Sonia Gutiérrez, ama de casa.
“En contra porque si mantuvieran los transportes más limpios o seguros pues estaría de acuerdo pero no es así”, Maximiliano González, estudiante Toluca.
“Que le vamos a hacer ya es de todos los días que podemos hacer aunque digamos aunque pidamos pero pues no lo hacen todos los días es porque ya encomendarnos a dios no sabemos en qué momentos nos van a asaltar así pero pues solamente dios“ Mariana Quiroz.
El día de hoy son visibles males como los checadores de los choferes, los viajes con unidades vacías, la imprudencia en el manejo de los camiones, condiciones mininas de mejora para autorizar en su caso un tentativo aumento.
Datos del Centro de Transporte Sustentable de México señalan que en promedio un mexiquense invierte de dos a seis horas de su tiempo al día para transportarse, gastando de 45 a 80 pesos; costo que se considera en los estándares internacionales como el servicio prestad por un transporte de primera calidad cuando en realidad recibe un servicio de tercer mundo.
