IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
México debe acelerar los tiempos de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para que los acuerdos queden firmados antes de que concluya el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, dijo el director de inversiones en Latinoamérica de UBS Banca Privada, Renato Grandmont.
“El primer reto para México en la renegociación del TLCAN es en términos de tiempos, porque el país entra en un proceso electoral el próximo año, por lo que la negociación tiene que dar fruto, tiene que terminar en un periodo en que la actual administración lo pueda hacer vigente”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
Comentó que otro reto es el Impuesto de Ajuste Fronterizo (Border Adjustment Tax) propuesto por el Congreso estadounidense, que no tiene que ver directamente con el TLCAN, pero que sí puede tener un impacto en las relaciones económicas de Estados Unidos con el exterior.
El ajuste es una propuesta del Congreso estadounidense —no del gobierno de Donald Trump—, de cambiar las leyes fiscales para que toda empresa estadounidense que realice ventas al exterior exporte sin pagar impuestos, y que las firmas de ese país que importen productos deben pagar un impuesto sobre su ganancia operacional, igual al gravamen corporativo que actualmente es de 35%.
“Ahí el reto de México es renegociar el TLCAN, de tal manera que el nuevo acuerdo pueda estar libre del Impuesto de Ajuste Fronterizo o lo menos afectado posible”, advirtió el directivo de UBS.
Otro aspecto que debe tomar en cuenta México, comentó Grandmont, es la propuesta de reforma fiscal que está impulsando el gobierno y el Congreso estadounidense, que pretende reducir el impuesto corporativo en Estados Unidos (de 35% a 20% o 15%), así como bajar los gravámenes a las personas físicas
Si baja de 35% a 20% o 15% el impuesto corporativo en Estados Unidos va a ser más bajo que en México. El tema fiscal es importante para algunas empresas y es probable que esas compañías vean una ventaja en transferir parte de sus operaciones porque si logran bajar los impuestos en esa magnitud será un cambio importante, destacó el director de inversiones de UBS.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Si uno junta la rebaja en el impuesto a la persona física y a los corporativos eso puede detonar mayor consumo, inversión y crecimiento económico en Estados Unidos, y eso puede ayudar a México.
“Desde las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre hasta la semana pasada, el valor de capitalización de la bolsa estadounidense (todas las acciones enlistadas) subió en 2.9 billones de dólares, casi tres veces el PIB de México, es un número impresionante, lo que refleja el optimismo que hay frente las perspectivas de la economía estadounidense, ahí está la confianza de los inversionistas”, precisó el directivo.
UBS está proyectando que la economía estadounidense tenga un crecimiento de 2.4% en 2017, mientras que para México prevé una expansión de 1.4% en el presente año.
Renato Grandmont divide la agenda económica de Donald Trump en tres áreas: la fiscal, donde quiere bajar impuestos; la segunda, el área de estímulos económicos, y en tercer lugar la relación exterior, que es donde el especialista ve los mayores retos para México.
“El riesgo claramente es por la parte de la relación exterior. Si la administración Trump se vuelve una administración muy proteccionista, y él ha hablado de muchos temas proteccionistas de echar a los inmigrantes ilegales, del muro, de renegociar el Nafta, de cosas proteccionistas, poner impuestos, eso claramente es muy preocupante, porque puede cambiar la relación binacional con relación al TLCAN, o incluso la relación con los demás países”, concluyó.