Noviembre 24, 2024
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¡Urge cambiar el sistema de salud! (II)

IMPULSO/ Mikel Arriola
En la primera parte de éste artículo evidenciamos la necesidad de virar de un sistema curativo a uno preventivo subrayando los efectos negativos del primero con un ejemplo hipotético de un estudiante de prepa llamado Santiago. Ahora sigamos con este ejemplo para señalar las virtudes del sistema preventivo y sus componentes.Como Santiago hoy ya tiene número de seguridad social por ser estudiante, pudo haber sido notificado por el IMSS en su celular para tener una cita preventiva, o él pudo haber descargado la aplicación IMSS Digital, como 7 millones de personas desde 2016, y hacerse un chequeo. Santiago hubiera sido informado por el sistema de sus factores de riesgo 26 años antes de los efectos negativos de la enfermedad, hubiera cuidado su peso y talla y no hubiese caído en prediabetes, salvando sus miembros, su vista, su función renal y su productividad.
Por su parte el sistema de salud hubiese invertido en salud preventiva más o menos 5 mil pesos al año en Santiago, en lugar de 350 mil, y en vez de enfrentar déficits de operación, podría pensar en invertir esos ahorros en reforzar la atención a los adultos mayores de 50 años que, por cierto, en 2050 representarán ¡el 32% de la población!
Esta historia ilustra claramente que en un sistema curativo como el nuestro lo que hacemos es conocer al paciente cuando los riesgos de las enfermedades crónicas ya se materializaron y echamos por la borda 30 años donde pudimos prevenir, identificar y/o controlar los factores de riesgo en edades tempranas.
El sistema preventivo descansa en identificar en edades tempranas los factores de riesgo. Aquí yo me concentraría en identificar desde la preparatoria, universidad y los centros de trabajo los factores de riesgo de hipertensión y diabetes y cubrir con análisis preventivos a la población en edad de riesgo de cáncer de mama y próstata. Una vez identificado el riesgo se pueden focalizar las acciones preventivas y correctivas. Pensando un prediabético, el sistema se tiene que concentrar en su alimentación, actividad física y tratamiento farmacológico.
La identificación oportuna del cáncer es quizá la acción más eficiente en el sistema preventivo ya que además de evitar la muerte a partir del tratamiento, reduce los costos ostensiblemente, por ejemplo, al IMSS un examen de antígeno prostático le cuesta 5 pesos, mientras que internar un paciente de cáncer identificado tardíamente cuesta 25 mil pesos diarios.
La clave del éxito del sistema preventivo es la vinculación que genere el sistema de salud con el sector empresarial y con el sector obrero. No hay que olvidar que los más perjudicados en el caso de que la presión de gasto en el sistema de salud no se detenga, son estos 3 sectores, ya que eventualmente una consecuencia sería tener que elevar la cuota obrero patronal.
Para los empresarios elevar la cuota implicaría una carga tributaria adicional que afectaría sus finanzas y su competitividad. Para los trabajadores sería una mala noticia porque incrementaría el costo de la mano de obra y se incrementarían el desempleo y la informalidad, mientras que para el gobierno se traduciría en una presión adicional a las finanzas públicas.
La propuesta concreta es que el sistema de salud pueda desde el centro de trabajo identificar a la población de riesgo y que desde ahí también en conjunto con los patrones, identifique los factores de riesgo y en su caso revierta y/o controle las enfermedades crónicas.