El presidente Volodimir Zelenski dijo que se está asistiendo a las víctimas del más reciente bombardeo ruso, que destruyó la catedral de la ciudad. “Es un crimen de guerra”, apuntó Kiev.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, prometió este domingo (23.07.2023) represalias contra el régimen ruso por el nuevo ataque nocturno, el cuarto consecutivo, lanzado contra la ciudad portuaria de Odesa, que dejó dos muertos y 22 heridos (entre ellos cuatro menores), según la cifra más reciente entregada por las autoridades ucranianas. Los invasores lanzaron 19 misiles contra toda la región del sur del país.
“Misiles contra ciudades pacíficas, contra edificios residenciales, una catedral… No puede haber excusa para la maldad rusa. Como siempre, este mal perderá. Y definitivamente habrá represalias para los terroristas rusos por Odesa. Sentirán estas represalias”, escribió en un mensaje en Telegram. El mandatario agregó que “se está brindando asistencia a todos los que sufrieron este último ataque terrorista”.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, llamó a la comunidad internacional a condenar lo ocurrido en Odesa. “El mayor ataque perpetrado nunca antes contra un importante puerto vital para la seguridad alimentaria mundial es un ataque contra toda la comunidad internacional. Insto a todos los estados y organizaciones a condenar este bárbaro crimen de guerra”, escribió. Agregó que “los bombardeos de misiles rusos matan personas y arruinan sitios icónicos en Odesa, protegida por la Unesco”.
Nueve misiles derribados
En Twitter, en tanto, el Ministerio de Exteriores detalló que el bombardeo ruso destruyó una catedral ortodoxa. “La Catedral de la Transfiguración, en el centro histórico de Odesa, bajo protección de la Unesco, fue destruida. Un crimen de guerra que nunca será olvidado ni perdonado”, dice el texto. La Fuerza Aérea ucraniana había precisado que durante el ataque, los rusos lanzaron 19 misiles de al menos cinco tipos: Kalibr, Oniks, Kh-22, Iskander-K e Iskander-M. De ellos, nueve fueron derribados.
El régimen invasor, en tanto, informó que había alcanzado todos los objetivos marcados en Odesa. Según Moscú, los ataques tuvieron como objetivo “instalaciones donde se estaban preparando actos terroristas contra la Federación Rusa por medio de embarcaciones no tripuladas”. En esas instalaciones, aseveró, había mercenarios extranjeros.