KIEV, 29 mar (Reuters) – Ucrania atacó el miércoles un depósito ferroviario y dejó sin electricidad a la ciudad de Melitopol, ocupada por Rusia y situada muy por detrás de la línea del frente, en medio de las crecientes conversaciones de Kiev sobre un contraataque contra las fuerzas rusas, agotadas por una fallida ofensiva invernal.
Imágenes no verificadas en Internet mostraban explosiones que iluminaban el cielo nocturno con estelas en Melitopol, base de la administración controlada por Rusia en Zaporiyia, una de las cinco provincias ucranianas que Rusia afirma haberse anexionado.
El alcalde ucraniano de la ciudad, en el exilio, confirmó que hubo explosiones allí. La agencia de noticias estatal rusa TASS, citando a funcionarios instalados en Moscú, dijo que un depósito ferroviario resultó dañado y que se había interrumpido el suministro eléctrico en la ciudad y los pueblos cercanos.
Melitopol, con una población de unos 150.000 habitantes antes de la guerra, es un centro logístico ferroviario para las fuerzas rusas en el sur de Ucrania y parte del puente terrestre que une Rusia con la península ocupada de Crimea.
No hubo información pública sobre las armas que Ucrania podría haber usado en el ataque.
La ciudad está en el límite del alcance de los cohetes HIMARS de Ucrania y de armas más nuevas que se dice que está desplegando, incluidas las bombas JDAM lanzadas desde el aire y las municiones GLSDB prometidas por Estados Unidos. Rusia declaró haber derribado un GLSDB el martes, la primera vez que ha informado de ello.
El ataque podría dificultar la logística de retaguardia de Moscú en un momento en que Kiev ha sugerido que pronto podría montar un contraataque contra las fuerzas rusas, que no han conseguido grandes victorias en una ofensiva de meses de duración a pesar de los combates más sangrientos de la guerra.
Melitopol se encuentra al sur de la central nuclear rusa de Zaporiyia, visitada el miércoles por el jefe de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, quien reiteró su llamado a crear una zona segura, afirmando que la situación no ha mejorado y los combates en las inmediaciones habían empeorado.
Las fuerzas ucranianas se han mantenido principalmente a la defensiva desde su último gran avance hace casi cinco meses. En ese tiempo, Moscú ha lanzado un asalto invernal con cientos de miles de reservistas y decenas de miles de presos reclutados en las cárceles para su ejército privado Wagner.