Diciembre 24, 2024
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Tus alimentos te engañan y tú no te das cuenta, descubre como…

IMPULSO/ Israel Guevara

Toluca

La frase de  “somos lo que comemos” es cierta, ya que estamos hechos de la misma materia que compone nuestro planeta Tierra.El plato de esa ensalada deliciosa que comiste últimamente nos brinda energía gracias a la fotosíntesis creada por la reacción de la clorofila de las plantas con los rayos UV  del sol en forma de carbohidratos, proteínas y grasas, además de otros micronutrimentos como vitaminas compuestas por los minerales que absorbió de la tierra. Y gracias a esta bella poesía de la naturaleza el día de hoy tu organismo está funcionando, aunque quizás no de la manera que tú esperas dado el estilo de vida apresurado y bombardeado por la publicidad, la mercadotecnia y los intereses comerciales de la industria alimenticia.

Si analizamos el párrafo anterior podemos concluir que sin una capa fértil de la tierra, los minerales no alcanzan a producir suficientes vitaminas y por ende no llegan a los demás eslabones de la cadena alimenticia, y no es casualidad que la disminución de nutrimentos provoque un incremento proporcional de enfermedades relacionadas con la nutrición, así que nuestra salud física depende de la capa fértil de la tierra, así de sencillo.

Desde el siglo pasado hay suficiente evidencia que demuestra que en países como Estados Unidos y otros países industrializados la capa de tierra fértil se está erosionando a una tasa actual que es de 10-40 veces  superior a la tasa de reposición, sí le estamos quitando más a la tierra de lo que nos puede dar.

En lugar de renovar y restaurar nuestras tierras, la agricultura comercial actual ha corrompido los ciclos naturales de la naturaleza, según los cálculos actuales las reservas globales de tierra fértil durarán poco menos de 50 años y eso ya se está evidenciando en las principales causas de muerte de hoy en día: las enfermedades crónico degenerativas como el cáncer, enfermedades del corazón, diabetes mellitus y otras enfermedades como la esclerosis múltiple, enfermedad de Alzheimer, Parkinson y la lista continúa. Pudiéndose prevenir con una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.

Ante esta situación, cabe mencionar que en el caso de la disminución de la cantidad de calcio en el maíz, a principios del siglo XXI el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ofreció una respuesta, siendo que el hecho de que se haya perdido un 78% del calcio en el maíz no es importante porque “nadie come maíz por el calcio”, no obstante las normas establecidas por los departamentos de agricultura de los países industrializados para frutas y verduras solo consideran el tamaño, la forma y el color, más no el valor nutricional.  Así que no, la manzana bonita, grande y jugosa que habitualmente comes no es necesariamente nutritiva.

Ante esta situación, son muchas las recomendaciones que se pueden hacer y que hoy en día en pleno auge del siglo XXI es necesario aprovechar el nuevo conocimiento y tecnologías que permitan evitar esta situación. Aquí menciono algunos.

Por un lado está la agricultura orgánica, cuyos productores cada día evitan recurrir a las técnicas comerciales de cultivo, teniendo como punto desfavorable que o una de dos, o son productos demasiado caros, o por encima del poder adquisitivo de la mayoría de la población considerando que son productos básicos, o bien que lleguen a ser solamente cosechas de pequeños productores con el fin del autoconsumo, siendo una muy buena idea entonces tener un huerto familiar.

Y por otro lado existe la suplementación, si analizamos el primer párrafo encontramos que por ejemplo consumir jitomate no es bueno solo por el hecho de que sea jitomate, sino porque es simplemente un vehículo de nutrimentos como el licopeno y otros antioxidantes,  vitaminas del complejo B, calcio, magnesio, hierro, fósforo y demás. Los suplementos se encargan precisamente de aislar los nutrimentos que contenga una fruta, verdura, vegetal u otra planta y ofrecértelos en varias presentaciones o formas farmacéuticas como puede ser tableta, cápsula, polvo, jarabe o inyección, por mencionar algunas. Para considerar esto debes asegurarte que sea un producto de grado farmacéutico, solamente así sabrás que el producto contiene lo que dice la etiqueta, en la cantidad que lo dice y en la forma adecuada.

Referencias:

  • Marler JB, Wallin JR. Human Health, the Nutritional Quality of Harvested Food and Sustainable Farming Systems. Nutrition Security Institute, 2006.
  • Robert M. Degradation of soil quality: health and environmental risks. Bulletin of the Academy of National Healt.
  • Juan Ángel Rivera Dommarco. Deficiencias de micronutrimentos en México: un problema visible de salud pública. Salud pública Méx vol.54 no.2 Cuernavaca mar./abr. 2012
  • Davis DR, Epp MD, Riordan HD. Changes in USDA food composition data for 43 garden corps, 1950 to 1999. Journal of the American College of Nutrition. 2004.
  • Vegetables without vitamins. Life Extension Foundation. March, 2001.
  • Thomas D. A study on the mineral depletion of the foods available to us as a nation over the period 1940 to 1991. Nutri Health. 2003.
Nutriólogo y apasionado estudiante de nutrición, emprendedor y visionario por convicción, amante del ejercicio físico y enemigo público de la desinformación.