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Berlín, Alemania
El tunecino sospechoso de embestir con un camión a una muchedumbre en un mercado navideño en Berlín, ya estaba siendo investigado, y el Centro alemán de lucha contra el terrorismo había abierto un expediente sobre su caso, informó un responsable de seguridad.
“La policía judicial de Renania del Norte-Westfalia había iniciado una investigación ante la Fiscalía Federal alemana (competente en materia de terrorismo) a causa de sospechas sobre la preparación de un acto criminal grave”, declaró Ralf Jäger, ministro del Interior de esta región del oeste de Alemania, donde el sospechoso residió durante este año.
La investigación en cuestión fue confiada a la Fiscalía de Berlín, agregó Jäger sin brindar más precisiones sobre la naturaleza de las sospechas que pesan sobre este individuo, que ha utilizado varias identidades distintas. La prensa alemana lo identifica como Anis A. o Ahmed A.
Esta terminología de “acto criminal grave que representa un peligro para el Estado” es la utilizada por la justicia alemana para calificar a los atentados o a los proyectos para cometerlos.
Según las autoridades alemanas, el sospechoso era conocido por su pertenencia al salafismo (movimiento religioso-político sunita) y estaba clasificado como un individuo peligroso.
Más temprano, el ministro alemán del Interior confirmó que la policía está buscando activamente un nuevo sospechoso del ataque.
“Hay un nuevo sospechoso, buscamos a ese sospechoso”, declaró a la prensa el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
“A medianoche se emitió un pedido de captura en Alemania y en el espacio Schengen, es decir en Europa”, agregó el ministro.
Los investigadores alemanes buscaban a un hombre tunecino, tras hallar sus documentos en el camión que embistió contra un mercado navideño en Berlín.
El grupo Estado Islámico se atribuyó el atentado contra el mercado situado junto a la iglesia Conmemorativa del Káiser Guillermo, en el centro de la capital.
La policía detuvo poco después a un hombre paquistaní al que encontró a un kilómetro del mercado, y que coincidía con las descripciones de los testigos del conductor del camión. Sin embargo, las autoridades lideraron al hombre al día siguiente indicando que no tenían pruebas que lo vincularan con el ataque.
Varios medios alemanes informaron el miércoles, sin identificar sus fuentes, que las autoridades buscaban a un hombre tunecino tras encontrar sus documentos de identificación en la cabina del camión.
Los medios lo identificaron como Ahmed o Anis A., aunque indicaron que utilizaba varios nombres.
La policía en Berlín dijo haber recibido 508 avisos de información sobre el ataque para el martes por la noche, pero no había noticias de la fiscalía sobre si había alguna pista concreta. Tampoco señaló si buscaban a más de un sospechoso.
Portavoz de los ministerios tunecinos de Interior y Exteriores dijeron no tener información sobre un posible sospechoso y no pudieron confirmar en un primer momento si las autoridades alemanas habían contactado con el gobierno de Túnez.
La reivindicación del ataque, difundida por la agencia de noticias Amaq del grupo EI, describía al hombre al que se vio huir del camión como “un soldado del Estado Islámico” que “realizó el ataque en respuesta a la llamada a atacar a ciudadanos de la coalición de cruzados”.
El máximo fiscal de Alemania, Peter Frank, dijo a la prensa antes de la reivindicación que el ataque recordaba al mortal atropello masivo registrado en julio en Niza, y que parecía seguir instrucciones publicadas por el grupo EI.
“No sabemos con certeza si fueron uno o varios autores”, dijo. “No sabemos con certeza si él, o ellos, tenían apoyo”.
El alcalde de Berlín, Michael Mueller, dijo que era “bueno ver que los berlineses no se ven intimidados”.
“No creo que haya ningún motivo para estar asustado”, dijo a la televisora ZDF. “La presencia policial se ha aumentado de forma significativa… y por supuesto se tomaron otras medidas para encontrar con rapidez al responsable”.
Mueller añadió que hay límites al aumento de la seguridad, dado el número de espacios y actos públicos en la ciudad.
“Ya no sería nuestra vida libre y abierta si subiéramos tanto las medidas de seguridad que la gente estuviera preocupada de ir a cualquier sitio, que hubiera estrictos controles de acceso”, comentó. “No queremos eso. Debe ser apropiado y ajustado a los objetivos”. Fuente: El Financiero