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Washington
El gobierno de Donald Trump pidió a la Corte Suprema que restablezca de inmediato la orden migratoria que impide el ingreso al país de ciudadanos de seis naciones de mayoría musulmana y de refugiados de todo el mundo, alegando que Estados Unidos será más seguro si se aplica la norma.
En su alegación ante el alto tribunal estadounidense, presentada el jueves en la noche, el Departamento de Justicia sostiene que las cortes inferiores que bloquearon la orden presidencial cometieron varios errores, como basarse en declaraciones efectuadas por Donald Trump durante la campaña electoral de 2016.
La batalla legal enfrenta la importante autoridad del presidente en materia migratoria con los tribunales, que señalaron que bajo el pretexto de la seguridad nacional, la política tenía como objetivo atacar a musulmanes.
El Departamento de Justicia “confía en que la orden ejecutiva del presidente Trump está dentro de su legitima autoridad para mantener la nación a salvo y proteger a nuestras comunidades contra el terrorismo”, señaló la portavoz Sarah Isgur Flores. “El presidente no está obligado a admitir a personas de países que patrocinan o protegen a terroristas, hasta que determine que pueden ser examinados correctamente y que no suponen un riesgo para la seguridad de Estados Unidos”.
Grupos de derechos que confrontaron el decreto presidencial en los tribunales, señalan que los jueces no deberían dejar que el veto a inmigrantes y refugiados entre en vigor.
“Una y otra vez, los tribunales de nuestra nación hallaron que el veto a musulmanes del presidente Trump es inconstitucional. Seguiremos defendiendo el derecho de nuestros demandantes a vivir libres del temor a un trato discriminatorio por parte del gobierno federal”, explicó Karen Tumlin, directora legal del National Immigration Law Center.
Funcionarios de inmigración tienen 90 días para decidir qué cambios hacen falta para que ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen puedan volver a solicitar visados. El programa de refugiados de Washington quedaría suspendido durante 120 días.
Se necesita que la mayoría del tribunal, al menos cinco magistrados, voten a favor para la puesta en marcha de la política.
La Corte de Apelaciones del 4to Circuito señaló que las preocupaciones sobre la seguridad nacional son una justificación posterior para una política “enraizada en la inquina religiosa y dirigida a vetar a los musulmanes en este país”. La semana pasada, el tribunal de apelaciones votó en contra (10-3) de reinstaurar la orden.
Un juez federal en Hawaii bloqueó también de forma temporal la prohibición a la entrada de refugiados, una cuestión que examina ahora la Corte de Apelaciones del 9no Circuito.
Trump firmó su primera orden ejecutiva sobre inmigración una semana después de asumir la presidencia en enero. Afectó a ciudadanos de los seis países señalados e Irak, y entró en vigor de inmediato provocando caos y pánico en aeropuertos mientras el Departamento de Seguridad Nacional intentaba determinar a quién debía aplicarse y como tenía que ser implementada.
Un juez federal la paralizó ocho días después. El fallo fue ratificado por un comité de magistrados del 9no Circuito. En lugar de presentar una apelación, el gobierno dijo que revisaría el texto.
En marzo, Trump sancionó la nueva orden, más concreta, pero las cortes federales que la han examinado hasta el momento también ordenaron su suspensión. (El Debate)