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Washington
El presidente Donald Trump acudió a Twitter este martes para quejarse del déficit comercial de Estados Unidos con Alemania y criticar a este país por considerar que debería ser mayor su financiamiento de la alianza militar en la OTAN.
“Tenemos un masivo déficit comercial con Alemania, además paga mucho menos de lo que debería por la OTAN y (la alianza) militar. Es muy malo para Estados Unidos. Esto cambiará”, escribió el mandatario en su cuenta.
El presidente se pronunció luego de que Alemania lo criticara después de que terminó el domingo su primera gira al extranjero, que incluyó a Arabia Saudita, Israel, Bélgica e Italia para la cumbre del G7.
El domingo, la canciller Angela Merkel cuestionó la confiabilidad de la alianza con Estados Unidos y Reino Unido.
“Los lazos transatlánticos son de suma importancia para nosotros (…) pero la situación actual da más razones para (…) que nosotros tomemos nuestro destino en nuestras propias manos”, dijo Merkel, agregando que Europa “debe convertirse en un jugador más activo en los asuntos internacionales”.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, fue más directo el lunes, fustigando la “visión corta” de las políticas de Trump que “han debilitado a Occidente” y dañado los intereses europeos.
“Quien acelera el cambio climático al debilitar la protección ambiental, quien vende más armas a zonas de conflicto y quien no quiere resolver políticamente conflictos religiosos, pone la paz de Europa en riesgo”, dijo el canciller alemán.
Tirantez creciente
Las declaraciones del diplomático fueron una referencia clara que gigantesco contrato de venta de armamentos anunciado la semana pasada por Trump durante su visita a Arabia Saudita, que asciende a 100 mil millones de dólares.
Durante su viaje, Trump desairó además las presiones de sus aliados del G7 para que respalde el acuerdo de París sobre el clima -el cual ha advertido no mantendrá- y reprendió a 23 de los 28 miembros de la OTAN, incluida Alemania, por “aún no pagar lo que deberían pagar” para financiar esa alianza.
Además, de acuerdo a versiones de prensa, durante una reunión con altos funcionarios europeos en Bruselas, Trump se habría quejado que “los alemanes son malos, muy malos” desde el punto de vista comercial.
Merkel había realizado en marzo una visita oficial a Washington y mantuvo una reunión con Trump en la Casa Blanca, pero a todas las luces la relación personal entre los dos líderes nunca dejó de ser helada y distante.
Las relaciones entre Washington y Berlín podrían así estar encaminándose a su peor nivel desde 2005, cuando el gobierno del entonces canciller Gerhard Schroeder criticó a Estados Unidos por la invasión a Iraq.
La llegada de Merkel al gobierno de Alemania y de Barack Obama en Estados Unidos permitió un reajuste de las relaciones entre dos aliados estratégicos.
Pero esos lazos volvieron a sufrir un duro golpe en 2013 cuando se reveló que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense había interceptado teléfonos particulares de numerosos líderes extranjeros, incluyendo a Merkel.