IMPULSO/ Agencia SUN
Frontera Colombia-Venezuela
A balazos, con perdigones y gases lacrimógenos, tropas del régimen de Nicolás Maduro repelieron hoy en la mañana un improvisado y desordenado intento de jóvenes opositores venezolanos de apoderarse, desde territorio colombiano y por abajo, de este crucial paso vial limítrofe entre Colombia y Venezuela, constató EL UNIVERSAL.
Ubicado sobre el río Táchira, que divide a ambas naciones, el Puente Francisco de Paula Santander se convirtió ayer sábado en escenario de uno de los más violentos disturbios por los choques entre fuerzas policiales, militares y paramilitares leales a Maduro y opositores venezolanos que, sin éxito, intentaron entrar a Venezuela por esa vía con dos camiones cargados de ayuda humanitaria. Los restos quemados de los vehículos todavía reposan humeantes en el extremo oriental del puente, en el lado venezolano.
En una espontánea acción tras los violentos hechos de este sábado, los jóvenes se organizaron en El Escobal, localidad del nororiental departamento colombiano de Norte de Santander que alberga al puente y a los puestos migratorios y fronterizos con Venezuela, y decidieron atacar pero por debajo del puente, por lo que avanzaron por un tramo de piedras, arena y maleza para llegar a la orilla del río, cruzarlo y buscar a las fuerzas de Maduro.
El puente es uno de los más importantes pasos terrestres fronterizos que comunica a Colombia y Venezuela y una mitad está bajo soberanía venezolana y el resto de la colombiana. Por el lado de Venezuela pertenece al occidental estado de Táchira, con la localidad limítrofe de Ureña, y por el sector de Colombia al nororiental departamento de Norte de Santander.
Por los violentos sucesos de ayer sábado, el gobierno de Colombia cerró en la anoche la frontera con Venezuela por 48 horas, para evaluar los daños en El Escobal y en otros pasos, como el Puente Internacional Simón Bolívar, escenario de otros enfrentamientos entre opositores y los aparatos de seguridad fieles a Maduro.
El cierre seguirá hoy y mañana.
“Municiones”. Con palos, piedras, botellas de vidrio con gasolina y mechas—”bombas Molotov”—y cualquier elemento útil para atacar, los jóvenes, algunos con sus rostros encapuchados, prepararon sus “municiones” en la ribera colombiana del Táchira y cerca de una docena cruzaron el río y subieron por unas laderas de tierra para buscar a las tropas de Maduro.
Uno de los jóvenes de la avanzada avisó que las fuerzas gubernamentales estaban desprevenidas y que era momento para apoderarse de la parte principal—la de arriba—del puente, cerca de donde permanecen los escombros de los automotores quemados y con el despojos de la ayuda en medicinas, insumos médicos y alimentos.
“Silencio”, pidió uno de los opositores, en medio de un numeroso grupo de curiosos—colombianos y venezolanos—como simples espectadores y de periodistas. Mientras tanto, y sin importarle sus limitaciones físicas, un joven en silla de ruedas apostado en un rincón de una de las columnas del puente ayudó a preparar “bombas Molotov” y otras armas artesanales.
De pronto, se escucharon los primeros ataques de respuesta de las fuerzas de gobierno, que lanzaron bombas de gases lacrimógenos, dispararon sus armas de fuego y de perdigones.
EL UNIVERSAL observó el momento en que al menos cuatro militares venezolanos descendieron por unas veredas a una de las plataformas inferiores del puente, con escudos antimotines y fuertemente armados, y dispararon desde Venezuela hacia Colombia en contra de cerca de medio centenar de jóvenes opositores.
En su improvisada maniobra, los jóvenes intentaron levantar una escalera de estañones de lata para tratar de llegar a una de las barandas del puente. Pero el proceso quedó inconcluso, por el contraataque oficialista.
“¡Únanse, únanse!”, pidieron los opositores a los soldados, en una reiterada exhortación para que deserten de las filas del oficialismo. Datos actualizados de Migración Colombia confirmaron hoy que “más de cien miembros” de las Fuerzas Armadas de Venezuela que, entre ayer y hoy domingo desertaron de las filas castrenses y escaparon a este país, fueron atendidos por autoridades migratorias colombianas.
Esos militares “han salido de su país, escapando de la dictadura de Maduro”, recalcó Migración Colombia.
Un gran número de venezolanos quedó atrapado desde la noche del viernes anterior en el lado colombiano de la frontera y, ante el cierre, tampoco pudieron retornar a Venezuela, en lo que se convirtió hace varios años en una tradición para movilizarse entre los dos países.
La situación fronteriza continúa siendo tensa.
En una actividad de reafirmación de la soberanía colombiana, el presidente de Colombia, Iván Duque, visitó hoy en la mañana los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, donde saludó a opositores venezolanos y les ofreció su solidaridad.