IMPULSO / Agencia SUN
Rusia
El trabajo no terminó cuando se acabó el sorteo de la Copa del Mundo.Mejor dicho, apenas comenzó.
La delegación mexicana inició las visitas a las sedes en las que jugará en el Mundial de 2018, y como primer pasó conoció el estadio Olímpico de Luzhniki, sede del duelo contra Alemania —17 de junio—, e inmediatamente después cerró el contrato para hacerse de las instalaciones del Dínamo.
Los terrenos del hotel y el complejo deportivo cubren aproximadamente 25 mil metros cuadrados, cuenta con 72 habitaciones, además de tres canchas de futbol, dos de pasto natural y una de sintético.
Gimnasio, cancha de futbol sala, cinco vestidores, sala de conferencias, sala de reuniones, sala de billar y biblioteca; dos restaurantes, centro médico, centro de rehabilitación, dos saunas, un baño turco y dos piscinas estarán a disposición de la Selección Nacional.
“La Federación merece un reconocimiento, recuerdo que hace un año exactamente estábamos por acá y se asumió un riesgo [sin clasificar], se apostó por este sitio de entrenamiento que ofrece todo para una muy buena preparación”, dijo Juan Carlos Osorio.
Estas instalaciones eran deseadas hasta por la propia Alemania, pero la federación las ganó al clasificar primero que los germanos.
Osorio ya se vio preparando al equipo nacional mexicano. “Hay un detalle ahí para finalizar en lo que respecta en las habitaciones como tal, pero se va a llegar a un buen acuerdo y aquí vamos a estar en buenas condiciones para planificar y preparar un gran Mundial”, comentó el estratega. “Hemos pensado en pequeños detalles que al final le darán al jugador la gran posibilidad de trabajar cuando haya que hacerlo y descansar cuando toque”.
Las visitas continuarán para la delegación tricolor, que estará en Rostov del Don, donde conocerá, otras instalaciones de trabajo y la Arena Rostov.