IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
El jueves por la noche la NFL comenzó su temporada 100 con una pelea defensiva entre Packers y Bears, que hizo recordar cómo era el juego hace 100 años.
Y durante este tiempo hay cosas que no cambian. Una de ellas es Tom Brady, quien ahora es el primer quarterback con 42 años de edad en pasar para más de 300 yardas en un partido, rompiendo el récord de 258 yardas en la era del Super Bowl, de Vinny Testaverde.
Brady bebe el agua de la fuente de la eterna juventud. Cada año es más atlético pero con la experiencia de un “Sugar Daddy”. Habrá que creerle que se mantendrá en la Liga hasta los 45 años.
Tom es tan bueno como se ve. A Steelers les lanzó 341 yardas y tres pases de anotación, uno de ellos con Phillip Dorset de 48 yardas.
La conexión Brady-Dorset empató la marca de más envíos de touchdown (14) en una jornada inaugural que data de 1991. Con los dos juegos de este día, el récord es muy probable que se rompa.
Con los Cowboys de Dallas, Dak Prescott se encendió e hizo del AT&T Stadium su rodeo, al conseguir 405 yardas y cuatro TD’s frente a los Giants.
¿Recuerdas la preocupación por saber si Lamar Jackson podía lanzar? Pues a pesar de sus cinco anotaciones aún no lo sabemos con toda claridad, porque lo hizo frente a los Dolphins, que son el meme de moda de la NFL.
Miami, además de ser la sede del próximo Super Bowl, es prácticamente seguro que sea el hogar de la selección uno del Draft 2020.
Fue un buen domingo para la familia Brown. No hablo del equipo de Cleveland, que decepcionó al caer con Tennessee y escribir signos de interrogación a toda la expectación que se creó antes de la temporada, sino de la familia de Antonio Brown, quien aterrizó en Nueva Inglaterra para ver a su nuevo equipo aplastar a los Steelers; su primo Marquise, en su primer partido en la Liga, registró touchdowns de 47 y 83 yardas y se convirtió así en el primer jugador en la historia de la NFL con dos recepciones de touchdown de al menos 40 yardas en su debut en la NFL.