IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Javier Aquino desborda por la izquierda, los toluqueños piden fuera de lugar, no saben que cuando la pelota viene de un saque de banda, no lo hay…
La pelota le llega a Luis Enrique Quiñones, con pasado choricero, zurdazo que lanza el balón como un obús, que se estrella en el larguero para después rebotar dentro de la portería.
Ahora sí, sin polémica. Con ese gol, Tigres venció a Toluca, con ese gol, Quiñones se vengó de la afrenta que fue salir del conjunto rojo.
El colombiano se quita la playera amarilla y corre a la banca roja, parece que se la escupirá a Hernán Cristante en la cara, pero no, sobre esa zona, de las más exclusivas del Nemesio Díez, muestra su playera, retando su pasado en el Infierno y alentando su presente norteño.
Triunfo que le duele al corazón rojo, porque fue el día en que puso a andar su proyecto, ya que presentó a sus refuerzos en los que gastó casi 10 millones de dólares: Jonathan Maidana, Federico Mancuello y Emmanuel Gigliotti, quienes aunque mostraron chispazos, no fue lo suficiente para derrotar a unos Tigres que venían de una seria derrota en su casa ante el Cruz Azul.
Con este resultado, los regiomontanos llegaron a siete unidades; los escarlatas se quedaron con seis puntos.
Tigres, jugó a lo Tuca. Después de cambiar su estilo y volverse protagonista permanente de los juegos, el cuadro de Ricardo Ferretti volvió a lo suyo, a la especulación, a jugar con la necesidad del rival.
Después del gol, que fue revisado por el VAR, que esta vez no se tardó, ni se equiovocó, el resto del partido se dedicó a, de puntazo para arriba, entregar el balón, entregar la iniciativa, a darle al Toluca los motivos suficientes para invadir la totalidad del terreno del Nemesio Díez, en busca de la manera de abrir el sistema del brasileño, tan criticado como contundente.
Cristante ordenó los debuts de Gigliotti y Mancuello para el segundo tiempo. El Toluca, obviamente, tuvo más tiempo el balón, pero con la diferencia que ya no generaron ocasiones importantes sobre la meta rival como lo hicieron en la primera parte.
Los Diablos intentaron por todos los medios el tanto de la paridad, pero poco pudieron hacer para inquietar la meta de Tigres que se levantó con el triunfo que le permite pelear por los primeros lugares de la clasificación. Y que le permitió a Quiñones vengarse de su pasado rojo.
