IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
En el último minuto de juego, Jorge Isaac Rojas señaló el punto de penalti marcando falta a favor de Tijuana. Todo el Puerto se le vino encima. Los Tiburones ganaban 1-0 con tanto de Miguel Murillo al minuto 15, triunfo que los mantenía con vida en la lucha por no descender.
El penalti echaba abajo el esfuerzo de 90 minutos. Las grandes atajadas de Edgar Melitón Hernández, el gran esfuerzo de la defensiva que en verdad se “rifó”, ya que defendió el tanto por más de 75 minutos.
Todo se iba por la borda.
Entonces sucedió, no, no fue una atajada de Melitón, ni que el cobrador tijuanense haya volado el disparo. El penalti nunca se ejecutó. El asistente número dos, Enrique Bustos, llamó al silbante y algo le dijo, lo suficiente para que la decisión se cambiara. No hubo falta, no hubo pena máxima. El mundo al revés.
Todo el equipo de Xolos se le fue encima al silbante, que no sabía cómo reaccionar. Jugadores de Veracruz y Tijuana no dejaban de empujarse, arrebatándose el balón, unos lo querían poner en juego, otros lo querían poner en el punto de penalti.
Al final, la segunda decisión se respetó. Jorge Isaac Rojas hizo valer la corrección de su asistente, el penalti nunca se llegó a ejecutar y Veracruz nada en aguas no tan turbias… Triunfo sostenido con alfileres, triunfo que les da oxígeno en las aguas profundas.
