Para los creyentes permanece la dispensa de la obligación de participar en la misa dominical y, aunque se podrán celebrar sacramentos, la gente deberá comprometerse a no realizar fiestas.
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
Ante el cambio de semáforo epidemiológico a naranja, la Arquidiócesis de Toluca reducirá el aforo en los templos a 30%, para los creyentes permanece la dispensa de la obligación de participar en la misa dominical y aunque se podrán celebrar sacramentos, la gente deberá comprometerse a no realizar fiestas.
El pastor de la Arquidiócesis de Toluca, monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, con antelación ya había establecido las disposiciones que los presbíteros deben cumplir ante el retroceso en el semáforo epidemiológico y que incluyen el cabal cumplimiento de los protocolos y medidas sanitarias: sanitización permanente de los espacios y de los enseres, uso de gel antibacterial y uso obligatorio de cubrebocas.
En ese sentido, el aforo en misas, horas santas, exposiciones del santísimo o rosarios no deberá superar el 30%, en caso de que existan templos cuyas características no cubren los requisitos para observar las normas sanitarias, deberán llevarse a cabo las celebraciones en lugares abiertos y cuidando la sana distancia, con un mínimo de metro y medio.
Los sacerdotes deben poner la señalética que indique la “sana distancia”, tanto en los pasillos como en las bancas, colocar tapetes sanitizantes y se debe disponer a una persona que tome la temperatura, antes de que los feligreses ingresen al templo a una celebración litúrgica.
De igual forma, se pide que las personas que se abstengan de participar en las celebraciones las personas que hayan tenido contacto con un enfermo de Covid-19 o que tengan alguna enfermedad crónica-degenerativa, incluida la hipertensión, diabetes, enfermedad de Crohn, cáncer, artritis reumatoide, asma, EPOC o enfermedades del corazón.
Se instruye, además a los presbíteros que no realicen homilías largas, para que las celebraciones sean cortas y se les pida a los creyentes omitir el saludo de paz, así como continuar con la distribución de la comunión en la mano.
Finalmente, se recomienda a los feligreses no llevar a cabo procesiones, festividades religiosas en honor a un santo patrón o celebraciones que impliquen reuniones masivas.
Se instruyó a los presbíteros que no realicen homilías largas, para que las celebraciones sean cortas y se les pida a los creyentes omitir el saludo de paz
