La presidenta del Movimiento Ecologista del Estado de México, señaló la inexistencia de planeación urbana como una casusa de la deforestación.
Guadalupe Rosas Suárez/Toluca
En los últimos 50 años, la temperatura del Valle de Toluca se incrementó en tres grados, lo cual es reflejo de la pérdida de bosque en el Parque nacional Nevado de Toluca y el aumento de la generación de carbono por la dinámica urbana.
Al respecto, la presidenta del Movimiento Ecologista del Estado de México, Luz María Gómez Ordóñez, comentó que existen estudios que nos muestran el grave deterioro ambiental que tiene el Valle de Toluca y nadie es ajeno a las temperaturas extremas que vivimos, así como a los efectos del cambio climático.
Subrayó que actualmente la deforestación en la zona del Nevado de Toluca, así como en algunas zonas boscosas de la región es mayúscula. Por otro lado, en esta zona metropolitana continuamos con una planeación urbana casi inexistente, lo que ha provocado que cada vez sean menos los terrenos de bosque y que se esté aumentando la plancha de concreto.
A nivel internacional se estima que la temperatura aumentó en .7 grados lo cual preocupa a la comunidad ambiental, sin embargo, el deterioro que refleja el Valle de Toluca es delicado, basta tomar en consideración las temperaturas extremas, que no sólo denotan el deterioro ambiental, sino que también causan un grave daño a la población, deploró, presidenta
La ambientalista comentó que se están formando los ciclos de calor y esto a que nos lleva a que Toluca tiene una temperatura muy inestable, una variación de temperatura muy extrema y en la mañana tenemos mucho frío, sobre todo en invierno a mediodía tenemos un calor como si estuviéramos en un lugar cálido y en la tarde vuelve el problema en frío”, lamentó.
Esta problemática conlleva implicaciones para la salud, principalmente para la población vulnerable como pequeños y como adultos mayores.
Ante esta situación, urgió la necesidad de trabajar no sólo por una mejor cultura ambientalista, sino por planea auténticos de desarrollo sustentable que sean amigables con el medio ambiente y que frenen el deterioro que estamos provocando a nuestro entorno.
Concretamente, se pronunció por rescatar y mantener la riqueza ambiental que envuelve al Nevado de Toluca, pues cuenta con un cráter en el cual se encuentran dos lagos -aunque oficialmente se les denomina lagunas- del Sol y de la Luna, que obsequian al hombre una belleza inigualable.
Su importancia ecológica radica en los centenares de manantiales y 50 arroyos permanentes que descienden del volcán en varias direcciones, tal y como lo refiere un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de México. Dichos arroyos contribuyen a la conformación de la cuenca Lerma-Chapala- Santiago y a la del río Balsas.
El conjunto de escurrimientos proveen de agua a las localidades urbanas de Zinacantepec, Toluca, Calimaya y Tenango del Valle.
