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Brasilia
Michel Temer asumió este miércoles la presidencia de Brasil en una ceremonia en el mismo Senado que destituyó horas antes a Dilma Rousseff.
Temer, antiguo vicepresidente de Rousseff y ya jefe de Estado interino desde mayo, tomó posesión del cargo durante una ceremonia en el Palacio de Planalto de Brasilia, unas tres horas después de que la ahora ex presidenta perdiera definitivamente el proceso de impeachment en su contra.
Temer, del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), gobernará hasta diciembre de 2018, cuando expiraba originalmente el mandato de Rousseff.
El líder del PMDB formaba desde 2011 una coalición de Gobierno con el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. El ascenso a la presidencia del abogado de 75 años implica también un giro a la derecha tras 13 años de los Gobiernos de izquierda de Rousseff y del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff fue destituida hoy por más de dos tercios de la Cámara alta (61 contra 20 senadores), en una votación que puso final a un controvertido juicio político de varios meses.
La líder del PT acusa a Temer de “traición”, después de que su ex aliado le volviera la espalda en marzo para apoyar el proceso de destitución. La ex mandataria perdió el cargo por acusaciones de que su Gobierno manipuló las cuentas públicas para ocultar el déficit fiscal.
El juicio político contra Rousseff es polémico, ya que las llamadas “ruedas fiscales” por las que se la destituyó ya habían sido empleadas también por Gobiernos anteriores. La ex presidenta no está hasta ahora acusada por corrupción.
El impeachment contra Rousseff, el segundo consumado después del que sacó a Fernando Collor de Mello de la presidencia en 1992, está enmarcado en varios escándalos de corrupción que salpican prácticamente a toda la clase política brasileña.
Además de la crisis institucional, el quinto país más grande del mundo está sumido desde hace meses en una fuerte recesión. Se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de la primera economía de la región se contraerá en un 3.3 por ciento este año.(La Jornada)