Diciembre 25, 2024
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El tema de la seguridad en las elecciones

Mtro. Marco A. Rodríguez Blásquez*

Meses antes de que finalizara el gobierno de Eruviel Ávila, las cifras sobre inseguridad dadas a conocer por el Observatorio Nacional Ciudadano y por el Sistema Nacional de Seguridad Pública ubicaban al Estado de México como la entidad del país con mayores delitos cometidos por el crimen organizado y distintas bandas delincuenciales, destacándose el Municipio de Ecatepec como uno de los más afectados.

Ante este escenario, y como respuesta a su compromiso de campaña, el gobernador Del Mazo, a unas semanas de tomar posesión, presentó su Decálogo de Acciones contra la Inseguridad, atestiguando dicho acto el Secretario de Gobernación, representantes de las fuerzas armadas e integrantes de su Gabinete.

El día de hoy, aparece nuevamente un reporte del Observatorio Nacional Ciudadano, en el que da a conocer cifras que muestran el exorbitante crecimiento de los múltiples delitos cometidos en el país, pero es en el Estado de México en donde se percibe una ligera disminución en algunos de los delitos cometidos, en comparación con otras entidades federativas.

En este punto conviene reflexionar sobre lo siguiente: la realidad sobre la violencia e inseguridad en diferentes municipios del país no disminuirá en el corto y mediano plazo, su solución requerirá, entre otras medidas, el impulso de políticas públicas, la derrama económica para desarrollar las estrategias, pero fundamentalmente la voluntad política.

A diferencia, la percepción social sí es factible modificarla, pero, para que esto suceda, es necesaria la definición y ejecución de una estrategia debidamente articulada entre todos los niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), además de incorporar a la población a fin de que externe su opinión en la obtención de resultados y desarrollo de la misma.

No dudo que la puesta en marcha por Del Mazo del Decálogo Contra la Inseguridad sea el inicio de una serie de acciones que de resultar exitosas lo posicionarían como un gobernante que está aportando soluciones prácticas a este grave problema, y además que está dispuesto a devolverle a la población la confianza y credibilidad sobre el gobierno.

De darse en el Estado de México resultados exitosos en la lucha contra la delincuencia, la rentabilidad electoral para el PRI en estas elecciones sería considerable, además, en caso de triunfar el candidato de MORENA (las encuestas de esta semana por el Diario El Financiero y la empresa Parametría coinciden en una ventaja de once puntos a favor de AMLO), Del Mazo, con el capital político acumulado durante este proceso electoral, así como las alianzas logradas con grupos económicos y políticos, se convertiría en el contrapeso del nuevo Gobierno Federal.

Hoy, a unos días de que concluya la etapa de las precampañas a la presidencia de la República, y se entre en un receso hasta el 31 de marzo, los tres precandidatos se encuentran atrapados en un discurso del cambio, y no han ido más allá de una simple retórica, sin exponer una visión pragmática de qué hacer para enfrentar la inseguridad y devolver la tranquilidad a los ciudadanos.

La pregunta sería: ¿Cómo garantiza Del Mazo que en los próximas semanas la percepción positiva vaya en aumento y sea un detonante favorable al PRI en las próximas elecciones? En mi opinión, consideraría los siguientes puntos:

1. El primer paso ya lo dio al tener una propuesta con su Decálogo que más que optimista, es objetiva sobre el presente y futuro del Estado de México.

2. Asegurar que su estrategia esté debidamente articulada entre los diferentes niveles de gobierno, y se esté informando a la población de los resultados obtenidos.

3. El mando debe estar depositado en un solo funcionario, debiendo ser de su Gabinete, con la facultad de coordinar a los mandos federales estatales y municipales. En mi opinión y por razones de operatividad y seguimiento, la coordinación debe recaer en el Secretario General de Gobierno, servidor público al que conozco desde hace años, quien es un experimentado negociador, garantizaría las alianzas con futuros funcionarios federales, incluso si éstos son de distinta ideología.
* Director de BGC Consultoría.