Diciembre 25, 2024
Clima
11°c Máxima
11°c Mínima

Tarea

Te amo porque me amas
IMPULSO/Cecilia Rosillo

Existen muchas razones por las que nos enamoramos de una persona, pero, sin duda, una de las más peculiares es la filiolatría, se trata de la adoración que sentimos al percibir en el otro una atracción física hacia nosotros, en otras palabras, es como un “te amo porque me amas”, es en ese instante cuando nos damos cuenta que el otro puede ser una fuente de atracción erótica.

Esta forma de enamoramiento ha sido estudiada por los científicos y han concluido que este fenómeno puede explicarse desde tres vertientes:

1. Desde la imitación corporal que hacemos del otro, aparece de manera espontánea, es involuntaria y se produce cuando el otro nos agrada. El otro de forma involuntaria nos imita en nuestros movimientos o gestos lo que hace que lo percibamos como aliado, nos caiga bien o nos atraiga y en cuanto nos mira con deseo erótico al percibirlo, empezamos, a sentirnos atraídos por él.

2. La comunicación no verbal visual, que es cuando algo o alguien nos atrae y nuestras pupilas se dilatan con el afán de captar, de una manera más nítida, la cara de la persona que nos gusta. Cuando observamos al otro mirándonos con sus pupilas dilatadas, lo más seguro es que provoque en nosotros cierta reacción que podría interpretarse como atracción.

3. El poder de la expresión emocional y las neuronas espejo desde el que este fenómeno puede provenir de las emociones y las llamadas neuronas espejo. Este tipo de neuronas son las que hacen que el ser humano sea empático, son las causantes de que las películas de terror nos den miedo y por ello sean efectivas, o de identificarnos con el sufrimiento del protagonista de una historia.

De hecho, son las neuronas espejo las que nos ayudan a captar e interpretar las expresiones faciales en los demás.

Está comprobado que lo que más nos atrae de las personas es su expresión, y por ello hay personas cuyos rasgos entran dentro de lo canónicamente bello, pero no nos emocionan; sin embargo, al ver en el otro una expresión de atracción provoca que inmediatamente nos sintamos atraídos por esa persona, y más si somos nosotros la causa de esa expresión.

Y es que nos resultan más atrayentes las personas expresivas que las que tienen una belleza estandarizada.

Atracción en el mismo instante que vieron en los ojos del otro, un atisbo de atracción hacia ellos, este fenómeno es una de las formas de enamoramiento, de adoración de la atracción es la más utilizada en las novelas y películas, por ejemplo.
Pero debemos tener mucho cuidado y no confiar ciegamente en estas señales que perciben los ojos, pues la filiolatría no es más que un ensimismamiento fugaz, que así como llega se va, más aun si se carece de algo que sujete esa primera atracción, que de otra manera quedará en un simple espejismo.